La Asociación para la autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol) ha emitido un dictamen en el que duda de que la aplicación “Yuka”, que analiza el impacto en la salud de alimentos por sus etiquetas, ofrezca una publicidad “veraz”, tras la reclamación interpuesta por la patronal FIAB.
En un comunicado, la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) se ha hecho eco este miércoles del dictamen, sin carácter vinculante, tras haber interpuesto una reclamación contra “Yuka” por presentarse como “una herramienta que mejora la salud de sus usuarios pretendiendo influir en sus opciones de compra”.
Desde una perspectiva deontológica, la Sección Cuarta del Jurado de Autocontrol ha destacado que “no parece que pueda afirmarse la veracidad de una publicidad que, de forma rotunda y sin matices”, traslada el mensaje de que el uso de esa aplicación “permite en todo caso y con carácter absoluto mejorar la salud de los consumidores” pese a la posibilidad de errores.

Según las propias condiciones de “Yuka”, a veces la información sobre los ingredientes la proporcionan los propios usuarios y puede contener errores, de los que la aplicación móvil declina cualquier responsabilidad.
“Yuka” asegura prestar un servicio de evaluación de alimentos y cosméticos para que los consumidores puedan “tomar las buenas decisiones para la salud”.
Autocontrol precisa que el anunciante no presentó escrito de contestación a la reclamación, ni aportó prueba de la veracidad de su publicidad.
La FIAB critica la calificación que la aplicación atribuye a los alimentos como “malos” o “buenos”, en función de unos criterios decididos por la empresa sin “rigor científico”, al tiempo que “se oculta información relevante para la toma de decisión”.
La Asociación para la autorregulación apunta que esos criterios “o bien no guardan relación directa e inmediata con los efectos de un alimento sobre la salud, o bien directamente atribuyen la condición de perjudiciales a ingredientes que el Derecho de la Unión Europea ha autorizado tras una evaluación científica previa que ha demostrado que no son perjudiciales”.