Son rítmicas, pegadizas, la mayoría tiene coreografía ad hoc y, en general, se bailan tanto que llegan a cansar, aunque eso ya en septiembre. Son las canciones del verano, a veces convertidas en auténticas campañas de promoción de destinos turísticos.
La bicicleta (Carlos Vives y Shakira)
La colombiana Shakira lo ha vuelto a hacer. Es una de las firmes candidatas a ser la intérprete de la canción del verano, esta vez a dúo con Carlos Vives -si el Duele el corazón de Enrique Iglesias le cede el paso- . La bicicleta, con un alegre y pegadizo ritmo, suena por todos lados. El videoclip oficial, que se grabó hace unos meses, es un auténtico homenaje a su tierra natal, Barranquilla. El vídeo, que acumula millones de reproducciones, comienza con un “Bienvenidos a Barranquilla” que es toda una declaración de intenciones. A partir de ahí, ambos cantantes pasean -en bicicleta, cómo no- por las playas de la zona y bailan con sus vecinos. En la letra, destacan algunos lugares de esta zona de Colombia como la playa de Santa Marta o la Arenosa y el Parque Natural del Tayrona, un lugar que considera que podría llegar a preferir su pareja, el futbolista Gerard Piqué, en lugar de su residencia en Barcelona. Textualmente la colombiana canta: “Que si a Piqué un día le muestras el Tayrona, después no querrá irse para Barcelona”. Quizá es sólo una cuestión de rima.
Los clásicos: Mallorca, California…
El verano se asocia a vacaciones y playa. Por eso, no queda más remedio que hacer mención a todo un clásico desde hace décadas: Mallorca. Corría el año 1968 y España vivía todo un boom turístico cuando “Los Mismos” publicaron un single que es todo un referente de la música veraniega –El Puente– en el que se pedía una plataforma para cruzar el Mediterráneo que separa Valencia de la isla balear “sin necesidad de tomar el barco el avión” y sólo “paseando, en bicicleta o en autostop”. No, casi medio siglo después, no existe tal posibilidad, pero las playas mallorquinas sigue siendo un lugar idóneo para pasar las vacaciones.
Al otro lado del Atlántico, The Beach Boys han dedicado varios de sus éxitos a cantar a uno de los destinos americanos playeros por excelencia -California-, con canciones como California girls.
De Italia, vino como un auténtico terromoto en forma de artista: Raffaella Carrá, una intérprete a la que deben mucho la vida nocturna veraniega, las verbenas, las fiestas populares y los “saraos” en general. Su recomendación para las vacaciones la dejó meridianamente clara en 1978, con el Hay que venir al sur.
Los exóticos: Hawaii, Bombay, África
Otras canciones nos han transportado en verano a paraísos lejanos y exóticos. A veces sólo en viajes imaginarios. En los 80 casi todo los singles de Mecano eran auténticos bombazos y, en 1985, Ana Torroja cantó sobre sus ganas de irse a Hawaii o Bombay, aunque tenía que echar sal en la bañera y ponerse el bañador en casa.

La que sí se fue a África fue Shakira, quien en 2010 puso la banda sonora al Mundial de fútbol de Sudáfrica con su “Waka, Waka“, unos acordes que aún nos traen muy buenos recuerdos de un verano tan deportivo como este. El vídeo oficial cuenta a día de hoy con 197 millones de reproducciones. Y es que el fútbol y los ritmos latinos combinan bastante bien con el verano.
Veraneo de interior
El turismo rural también existe y algunas de las canciones del verano así se han encargado de recordarlo. Uno de los clásicos el de “Los Refrescos” en 1989, quienes narraban los estragos de pasar un verano en Madrid, pese a todos los atractivos de la capital pues, ya se sabe, Aquí no hay playa.
Y, para acabar, dos himnos a favor del mundo rural y del agroturismo: El corral (que el cantante “El Koala” aseguraba a su opá que se iba a construir en 2006, todo un éxito) o el “Tractor amarillo“, que era lo que se llevaba en el verano de 1993.
Ya sean clásicos, rurales, actuales o de aquellos años del blanco y negro, lo que está claro es que el verano está para disfrutarlo, bailarlo y cantarlo. Y para viajar.