Barcas de pescadores en Sanxenxo. Foto: Diputación de Pontevedra.

Barcas de pescadores en Sanxenxo. Foto: Diputación de Pontevedra.

NUEVAS INICIATIVAS

El visitante se acerca al duro oficio del mar

Publicado por: L.R.S. 16 de diciembre de 2013

Eran muchos los turistas que preguntaban a los pescadores si podían acompañarles en un jornada de trabajo. Ahoraya es posible gracias al turismo marinero, una oferta complementaria que han desarrollado algunas cofradías de Pontevedra.

Vive mirando al mar. Ha marcado su economía, su historia y la forma de vida de sus gentes. Hoy, los paisajes inéditos, las villas turísticas y los pueblos con sabor a sal son unos de los principales reclamos de Pontevedra para los visitantes.

Descubrirlos desde dentro y con sus protagonistas puede convertirse en una experiencia única, pues nadie como los pescadores conocen y valoran la riqueza de los fondos marinos de las Rías Baixas. Por eso, ha nacido y busca crecer el turismo marinero, una manera de que el visitante entre de lleno en el mar para conocer una de la profesiones más antiguas de mundo. Con el fin de cumplir con todos los requisitos de calidad, seguridad y organización, los agentes que han comenzado con esta actividad trabajan con grupos reducidos.

El programa

El programa que ofrecen las cofradías se centra en varios aspectos. El primer de ellos es compartir la jornada laboral con los profesionales. Esta labor da pie para mostrar, desde mar adentro, la belleza de las Rías Baixas, su costa, las islas Atlánticas y las leyendas que comparten sus gentes.

Saber qué ocurre después de llegar a tierra es fundamental, por lo que todas las rutas terminan en las lonjas  de las Rías Baixas, un espectáculo diario. Y, como no, al final se prueba el resultado de tanto esfuerzo. Los programas turísticos recogen la oportunidad no sólo de degustar los alimentos del mar, sino que se combinan con demostraciones de recetas tradicionales o preparaciones típicas.

Vista de bateas desde Vilanova de Arousa. Foto: Turismo de Pontevedra.
Vista de bateas desde Vilanova de Arousa. Foto: Turismo de Pontevedra.

Para los que se queden con ganas de más, en el municipio de Cambados se encuentra el Museo de la Casa del Pescador, inaugurado en 2005. Ocupa una construcción típicamente marinera, situada en el barrio de Santo Tomé, diseñado para adentrarse en la vida  más auténtica del pescador. Dentro de los gruesos muros del edificio, se encuentra la vivienda, la zona de almacenamiento de aparejos de pesca o marisqueo, y también el taller de reparación.

En este espacio, el visitante conoce los utensilios para la extracción del marisco más tradicionales con el apoyo de sistemas tecnológicos e interactivos. No es casualidad que este museo se encuentre en Cambados, pues en este municipio hay unos 2.000 residentes que viven directamente del mar y existen unas 400 embarcaciones que salen a diario a pescar al mar.

Mujeres emprendedoras

También en esta localidad nació el proyecto Mujeres del mar de Cambados. Catorce mujeres, 12 mariscadoras a pie y dos rederas organizan visitas guiadas para mostrar la actividad del marisqueo en el banco natural; otro recorrido por el puerto permite conocer los tipos de embarcaciones tradicionales y las especies que capturan.

Este proyecto, reconocido con uno de los Premios a la Excelencia a la Innovación de Mujeres rurales, logra que el turista descubra las actividades de las rederas en las naves, asista a una subasta de productos pesqueros en la Lonja, y conozca la actividad de las conserveras y la arquitectura marinera. Como obsequio, los asistentes reciben una bolsa de red, hecha a mano por las rederas con conchas de diferentes especies de moluscos bivalvos de la zona, y una guía de marisqueo. De esta manera, el visitante siempre poner en práctica los conocimientos adquiridos.

 

Secciones : España Turismo

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