Los gastos generales de la actividad agrícola y ganadera aumentaron un 7,37 % en junio, respecto al mismo mes de 2020, sobre todo por el fuerte incremento interanual de los costes energéticos (+27,90 %), fertilizantes nitrogenados (+24,62 %) y piensos compuestos (+15,45 %).
Así se desprende el último informe sobre índices de precios percibidos agrarios difundido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), con datos relativos a junio de 2021.
Los gastos de la actividad agropecuaria también han repuntado en la compra de fertilizantes simples (+19,96 %), enmiendas (+5,20 %), plantones (+3,17 %), unos incrementos que aún se sitúan muy alejados de los relativos a los carburantes (+30,51 %) y electricidad (+27,40 %) o de otros productos como los fitopatológicos (+1,82 %).

En alimentación ganadera, los piensos cuyo precio más se han elevado fueron los compuestos para porcino (+17,68 %).
En el informe sobre precios percibidos por los agricultores, la subida interanual en junio fue del 8,54 %, con importantes repuntes en el caso del precio del aceite de oliva (+69,08 %), del porcino para abasto (+22,12 %) y de los tubérculos (+19,54 %), y recortes del 37,44 % en los de la lana y del 37,13 % en el de los cítricos.
El índice general de precios agrarios percibidos por los productores, que toma como año base 2015, ha aumentado un 3,97 % desde entonces, mientras que el índice de precios pagados por los agricultores y ganaderos lo ha hecho un 9,21 %.
Sector hortofrutícola
La federación hortofrutícola Fepex ha asegurado este martes que existe preocupación en el sector por el fuerte incremento de los costes de los insumos, que “puede paralizar inversiones previstas, ante la incertidumbre provocada por nuevas subidas”.
En un comunicado, fuentes de esta organización han citado como ejemplo que la escalada del alza de los insumos se sitúa entre el 5 y el 7 % para las frutas y hortalizas de Almería y llega hasta el 25 % en las producciones de brócoli de Murcia.
Según su información, el repunte de los gastos “afecta a todos y cada uno de los procesos productivos de las empresas hortofrutícolas, desde los insumos para el cultivo -como los fertilizantes, la energía o el agua-, los plásticos y derivados para los envases, los materiales usados para la construcción y renovación de invernaderos, el transporte”.
A estos han sumado el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) desde el mes de septiembre, han añadido desde Fepex, que ha lamentado que el “alza de los costes de producción difícilmente se pueden trasladar a los precios finales, dada la limitada capacidad de negociación de la generalidad del sector”