La industria agroalimentaria española se ha volcado con el exterior y sus exportaciones viven un momento boyante desde el retroceso sufrido en 2009 que le ha permitido acumular seis años al alza, con una subida que roza el 60 %.
Más de 25.400 millones de euros venden al exterior los fabricantes españoles de alimentos y bebidas, de los cuáles casi el 70 % -unos 17.500 millones- procedieron de su negocio con países de la Unión Europea (UE) en 2015.
La industria comunitaria exporta al año unos 98.000 millones de euros. La UE, de hecho, se ha convertido en la “despensa” del mundo y es el mayor exportador mundial de alimentos y bebidas, con una cuota de mercado próxima al 18 %.
Según los últimos datos disponibles de la organización Food Drink Europe, en el tercer trimestre de 2016 la UE exportó a terceros países 26.000 millones en alimentos y bebidas, de los que los cinco subsectores más importantes fueron carnes, espirituosos, vino, dulces y lácteos. En el mismo periodo se importaron 17.800 millones fuera de la Unión.
En España, a falta de cierre del ejercicio 2016, todo parece indicar que el comercio internacional continuará por esta senda positiva de crecimiento, según los datos que maneja la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).
Su director general, Mauricio Quevedo, ha subrayado en declaraciones a Efeagro que este sector “es hoy más internacional que nunca” y ostenta hoy “una posición privilegiada y reconocida en el plano mundial situándose como la sexta economía exportadora de la Unión Europea y décima a nivel mundial“.

La industria cárnica y sus derivados, los aceites y las bebidas se han posicionado como los principales productos exportados, de acuerdo con las cifras facilitadas por la FIAB.
Comercio intracomunitario
Por países y en el contexto intracomunitario, Francia (que representa el 17 % de todos los ingresos generados), Italia (13 %) y Portugal (12 %) lideran la estadística y son los países más interesados en los productos nacionales, con Reino Unido (7 %) y Alemania (6 %) sensiblemente por detrás.
Reflejo del acelerado crecimiento es el número cada vez mayor de empresas exportadoras, que se ha incrementado en el período 2009-2015 un 33 %, hasta las 12.700 firmas.
“Este aumento iniciado ya hace años constata, por una parte, la apuesta por la internacionalización que ha tenido el tejido empresarial del sector para hacer frente a la caída de la demanda interna y, por otra, la capacidad y nivel de competitividad con la que cuenta para operar en los mercados internacionales“, detalla un informe elaborado por FIAB.
Las cifras colocan a España como el sexto país exportador de toda la UE con un 7,6 % del total, la mitad que Alemania y Países Bajos, que encabezan la lista. Sin embargo, es la locomotora en cuanto a crecimiento se refiere.
El “lobby” Food Drink Europe, con sede en Bruselas y que defiende los intereses de la industria agroalimentaria comunitaria, apunta en su último informe sobre tendencias -de 2016- que el sector es “el mayor contribuyente a la economía europea, por delante de otras áreas manufactureras, como la automoción“.
Además, es también el principal empleador, con cerca de 4,25 millones de puestos de trabajo; en España da ocupación a casi medio millón de personas.
El informe da una especial importancia a la innovación, y sitúa a los fabricantes de alimentos y bebidas entre los sectores industriales que más inversión dedican a este capítulo.
El crecimiento de la última década
Las exportaciones comunitarias de comida y bebida “prácticamente se han duplicado durante la última década” y en 2015 superaron los 98.000 millones de euros.

De estas ventas, el 72 % se produjeron entre países miembros y el restante 28 % a terceros países, un porcentaje “creciente” gracias a la mejora registrada en mercados considerados “clave”, de acuerdo con los datos de Food Drink Europe.
Estados Unidos es el principal mercado de destino, con 17.500 millones de euros, seguido por China (8.100 millones), Suiza (5,6 millones, Japón (4.700 millones) y Rusia (3.900 millones).
Según la entidad, las exportaciones a China, Brasil, Corea del Sur y otros mercados emergentes se ha incrementado de forma significativa en los últimos años.