Extremadura ha aprobado un Decreto que regula la alimentación de determinadas especies de fauna silvestre con subproductos animales no destinados a consumo humano.
Esta norma determina la alimentación controlada de la fauna silvestre, en particular de la necrófaga de interés comunitario con presencia en la región, en las zonas y periodos del año que se establezcan conforme a la evaluación de la situación de estas especies y sus hábitats.
No obstante, esta medida estará supeditada a que se produzca una mejora en el estado de conservación de dichas especies.
Además de establecer los criterios, requisitos y procedimientos en los que se podrán utilizar los subproductos animales no destinados a consumo humano (Sandach) para la alimentación de determinadas especies de fauna silvestre, la norma crea una Red de Alimentación de Especies Necrófagas (Raenex).
Decreto que regula la alimentación de determinadas especies de fauna silvestre
Quedan excluidos del ámbito de aplicación de este decreto -al poder ser utilizados sin requisito alguno- los cuerpos de animales salvajes distintos de la caza silvestre que no sean sospechosos de estar infectados y aquellos que no se recojan después de cazados.
El uso de Sandach para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario podrá realizarse tanto en los comederos o muladores como en las explotaciones ganaderas incluidas en municipios de la Zona de Protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario.
Para ello, será necesaria una autorización de los comederos que los interesados deberán solicitar explicando la localización del mismo y la especie necrófaga a la que se pretende alimentar.
La publicación de este Decreto se fundamenta en el deber de conservación de las aves silvestres y de sus hábitats establecido en las directivas de la UE y de la legislación tanto nacional como autonómica.
Crecimiento estable de los vertebrados necrófagos
El papel de los vertebrados necrófagos, según recogía el proyecto del Decreto, es clave en el mantenimiento y sostenibilidad de las cadenas tróficas, ya que satisfacen sus requerimientos nutricionales culminando una parte importante del ciclo energético de la materia consumiendo cadáveres de animales.
En Extremadura, según datos de los censos de fauna necrófaga, la mayor parte de la comunidad de estas especies muestra un crecimiento estable, y existe una demanda social por parte del colectivo ganadero para mitigar los daños causados por este tipo de fauna.