La creación de nuevas variedades de olivar es uno de los principales objetivos de LIFE Resilience, un proyecto que surge en 2017 con la idea de estudiar y plantar cara a la Xylella fastidiosa, una bacteria que amenaza con llevarse por delante a cultivos como el olivo o el almendro, principalmente.
Quieren evitar riesgos en un sector que adhiere a 100.000 hectáreas. Piden que la UE aporte fondos suficientes para su control, prevención e investigación.
La Comisión Europea le pide que actúe “plenamente” contra la expansión de esta bacteria muy perjudicial para los olivos.
