El Consejo de Ministros ha decidido incrementar los impuestos al alcohol y al tabaco. También ha planteado una nueva tasa para gravar las bebidas azucaradas y carbonatadas. Con estas medidas, el Ejecutivo pretende aumentar la recaudación y contribuir al cumplimiento de los objetivos de déficit público.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado en rueda de prensa el incremento de los impuestos del alcohol y del tabaco, así como la creación del nuevo gravamen para las bebidas carbonatadas o azucaradas.
Estas subidas figuran dentro de las medidas tributarias acordadas por el Consejo de Ministros, con el objetivo de aumentar la recaudación, y contribuir al cumplimiento de los objetivos de déficit público.
La modificación al alza de los Impuestos Especiales -al tabaco y alcohol- figura dentro de un real decreto ley, mientras que la nueva tasa para las bebidas con azúcar está incluida en un proyecto de ley.
En el caso del tabaco, cambia la imposición especial sobre las labores para adecuar la tributación española “a la que recomienda la Unión Europea (UE)”. Eso significa, según Montoro, que dentro de ese gravamen se incremente el peso del “componente específico” frente al “componente ad valorem”.
“El tipo específico” sube en un 2,5 % para cigarrillos y en el 6,8 % para la picadura de liar, según Montoro.
Bebidas alcohólicas y refrescos
En el caso de los impuestos al alcohol y bebidas alcohólicas, se incrementa un 5 % la fiscalidad que grava los “consumos intermedios”, tanto en la Península como en Canarias.
Esta subida afectará a los vinos de licor y vermús, al igual que a las bebidas espirituosas o de alta graduación, según han declarado a Efeagro fuentes del sector.
Los vinos de licor se conocen popularmente como “finos”, olorosos o moscateles. A estos caldos se les aplica tales impuestos especiales y están en el mismo régimen que otras bebidas alcohólicas.
Por el contrario, el resto de los vinos, en general, están exentos de ese gravamen.

Por otro lado, el Consejo de Ministros ha aprobado un proyecto de ley para implantar un impuesto a las bebidas carbonatadas y azucaradas. Según Montoro, esta “figura” es cada vez más frecuente en el entorno de otros países europeos como Francia, Noruega, Dinamarca y Hungría.
Montoro ha añadido que esta medida será también un “instrumento de lucha contra la obesidad y todo lo que significan los problemas de exceso de azúcar”.
Con este encarecimiento, ha añadido, se trata de “desanimar” determinados consumos frente a otras opciones de bebidas “bajas en azúcar”.
Hacienda estima que el gravamen para las bebidas azucaradas tendrá un impacto de 200 millones de euros en 2017.
Hacienda estima que el gravamen para las bebidas azucaradas tendrá un impacto de 200 millones de euros en 2017, según Montoro.
El ministro ha señalado que, al tratarse de un nuevo proyecto de ley, el diseño de la nueva tasa será “objeto de negociación política”, por lo que la propuesta de hoy se irá debatiendo a su paso por las Cámaras parlamentarias.
El Gobierno espera elevar la recaudación en 4.650 millones de euros gracias al real decreto de medidas fiscales que cambia los Impuestos Especiales y el Impuesto de Sociedades.
Unos 4.300 millones corresponderían a los cambios en el Impuesto de Sociedades y los 350 millones restante de los ingresos obtenidos por el incremento de los especiales.