España es la primera productora de frutas y hortalizas de la Unión Europea, una posición respaldada por un sector de clara vocación exportadora, que defiende la calidad, la variedad y la adecuación a las exigencias de los mercados.
Con más de 30 millones de toneladas producidas al año, que suponen 18.000 millones de euros facturados, España es la “huerta de Europa”, como subraya el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que sintetiza así el valor del sector hortofrutícola español: “Nuestra referencia se llama calidad, innovación y capacidad comercial de responder a las necesidad y expectativas del mercado, que son los consumidores; usuarios que quieren productos frescos y de calidad, y que respondan a sus apetencias. Ese es el objetivo”, ha explicado a Efeagro, tras reconocer que a pesar de tener dificultades como competir en ámbitos como los costes salarias se puede competir “desde la calidad y la innovación y la capacidad comercial”.
El valor en Europa
La Unión Europea (UE) contabilizaba en su último Eurostat que las frutas y hortalizas suponen la actividad con más valor del sector agroalimentario comunitario. En el caso español, se trata de una producción que está presente en todo el territorio, de forma significativa en regiones como Andalucía, Extremadura Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana o Aragón. Sus producciones de cítricos, frutos rojos, melones y sandías, tomate y hortalizas llegan a las mesas nacionales, europeas y de terceros países. Y sus resultados económicos, con una subida del 12 % en valor en 2020, tienen un impacto fundamental en la renta agraria española.

Para el director de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex), José María Pozancos, el sector cumple dos objetivos estratégicos: asegurar un suministro de frutas y hortalizas al conjunto de los consumidores a precios razonables y generar un desarrollo muy sostenible del mundo rural.
Pozancos, quien subraya además la diversificación del sector español con 140 referencias (más sus distintas variedades) hace hincapié en que es “una producción muy intensiva en mano de obra, genera mucho empleo en las zonas rurales -en cómputo anual, aproximadamente 280.000 empleos, eso significa más del 50 % del empleo agrario por cuenta ajena en nuestro país- y además con una evolución muy positiva en dos sentidos: por un lado vamos a la desestacionalización del empleo y por otro lado se está implantando fuertemente la agricultura de precisión y ello implica unos trabajadores cada vez más formados, con un nivel de cualificación cada vez más alto, lo cual obviamente tiene un impacto muy positivo sobre la implantación de jóvenes en las zonas rurales”.
PAC, Brexit, Mercosur….
En el año en el que se establecerá el acuerdo definitivo de la Política Agraria Común (PAC) hasta 2027 y el Plan Estratégico Nacional para su aplicación en España, los productores de frutas y hortalizas reivindican su trabajo y reclaman el apoyo de las políticas europeas para mejorar en competitividad, superar las crisis de mercado e impulsar la organización estructural del sector.
En el horizonte, además de la PAC, el sector afronta las dificultades derivadas del brexit o los acuerdos comerciales como el de Mercosur. Por ello, ponen el foco en ser competitivos y mantenerlas cotas de mercado, mejorar en términos de digitalización e innovación y recordara la sociedad, en este 2021 Año Internacional de las Frutas y Verdurasdeclarado por la ONU, que se trata de un alimento básico, clave en la dieta mediterránea y fundamental para el futuro del sector agroalimentario español.