Las escasas lluvias que han caído en lo que va de otoño no han sido suficientes para aliviar la prolongada falta de agua que sufre el campo agrícola este año, que ha acabado por arruinar las previsiones de la campaña del olivar y amenaza ya a la siembra de los cultivos herbáceos de la próxima temporada.
La sequía y el pedrisco han dañado ya un millón de hectáreas de cereales
La ausencia de lluvias en invierno y, sobre todo, la sequía tras las altas temperaturas desde mayo, así como los episodios de pedrisco han elevado a un millón el número de hectáreas de cultivos herbáceos afectado por siniestros meteorológicos durante esta campaña, según ha confirmado Agroseguro.