El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES) ha recomendado que las capturas en aguas ibéricas del Atlántico no superen las 12.000 toneladas en 2016, lo que supone una rebaja respecto al tope que fijaron España y Portugal para este año.
El ICES ha revisado sus dictámenes sobre la sardina en los caladeros del Golfo de Cádiz, aguas portuguesas, Galicia y del resto del Cantábrico.
El organismo científico ha recomendado que las capturas de sardina en esas aguas atlánticas no superen las 12.000 toneladas en 2016, lo que representa una caída del 14,3 % respecto al tope que fijaron España y Portugal para este año (14.000 toneladas).
Pero a pesar de esa cantidad anual, la regulación de la pesca de sardina establece que hasta el 31 de julio el umbral máximo sea de 10.000 toneladas y el tope definitivo para 2016 podría ser revisado a partir de esa fecha,.
Para la flota española se establecieron topes mensuales de capturas de 750 toneladas (450 toneladas en el Cantábrico noroeste y 300 toneladas en el Golfo de Cádiz); aparte, existe un cupo dedicado a la flota artesanal de xeito.
Existencias escasas
Los científicos han resaltado la caída de reservas de sardina durante los últimos diez años, hasta situarse en mínimos históricos, si bien han hecho referencia al descenso de la mortalidad por pesca desde 2011 como consecuencia de las medidas aplicadas en España y Portugal, ante el estado delicado de la especie.

El ICES sugiere que, si se aplica “un plan de gestión” y se siguen sus recomendaciones, el límite de capturas podría elevarse a 23.000 toneladas en 2017, lo que sería un incremento notable respecto a este año.
El último dictamen del ICES es menos radical, en cuanto a cifras, que el que publicó hace un año para la sardina, cuando propuso recortes muy drásticos para 2016.
Afecta a las flotas de Andalucía, Galicia, Cantabria, Asturias y el País Vasco; el documento del ICES no concierne al Mediterráneo.
La sardina no está sometida al régimen de Totales Admisibles de Capturas (TAC) que se aplica en el Atlántico, y las limitaciones para extraer la especie han sido pactadas por España y Portugal.
El ICES asesora a la Comisión Europea (CE) y a los países comunitarios sobre las posibilidades pesqueras.