Imagen de la jornada contra el desperdicio alimentario organizada por la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc. Efeagro/Aecoc

DESPERDICIO ALIMENTARIO

Pescado de descarte en el comedor o compostaje, mil y una ideas para no tirar la comida

Publicado por: EFEAGRO/ Belén Delgado 28 de septiembre de 2023

Un menú escolar con pescados de descarte, el compostaje de los residuos de un pueblo para abonar el campo y una plataforma de inteligencia artificial capaz de idear recetas con sobras son solo algunas de las miles de formas de evitar tirar comida a la basura.

os protagonistas de varias de estas iniciativas han contado este jueves su experiencia en la jornada que la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc ha organizado en la Semana contra el desperdicio alimentario.

Con la creatividad que le caracteriza, el chef Ángel León se ha marcado el objetivo de hacer que a los niños les guste el pescado y está introduciendo en los comedores recetas con especies que antes “se tiraban por la borda”.

Pretende así dar más “valor añadido” a pescados pocos conocidos entre los pequeños y para eso se ha embarcado en el proyecto “Pezconocidos” con la empresa pesquera Nueva Pescanova y el grupo de restauración Compass, llegando a distribuir hasta 100.000 hamburguesas de pescado en un solo día.

Otro alimento que a menudo acaba en la basura es el pan, que el fundador de Cerveza Mica, Juan Cereijo, ha decidido transformar en una nueva cerveza, Sr. Mendrugo, la cual sustituye casi la mitad de la malta por pan duro que se va a tirar.

Por el momento ya han recuperado dos toneladas de pan y a partir de ahora quieren cuantificarlo mejor y ponerse objetivos de sostenibilidad, según Cereijo, que ha precisado que no utilizan todos los tipos de pan, sino más aquellos blancos, integrales y con pocos alérgenos.

De la producción a la distribución

La cadena de supermercados Aldi, que en 2020 evitó desperdiciar hasta 6.595 toneladas de alimentos, tiene un sistema de inteligencia artificial para crear recetas a partir de las sobras, como ha explicado su director de Calidad y Responsabilidad Social Corporativa, Eduardo Mas.

Su estrategia de sostenibilidad pasa por reducir el impacto ambiental en todas las acciones, desde el rediseño de envases hasta la eficiencia energética, la mejor logística, el ajuste de los pedidos, los descuentos, las donaciones, las campañas sobre el consumo responsable y el uso de productos certificados.

La fundación Altius ha puesto en marcha el mercado solidario 1 Kilo de ayuda con entidades como Amazon o Glovo, que colaboran gestionando los excedentes de comida de sus plantas y llevando la comida a personas vulnerables con difícil movilidad, respectivamente.

En el proyecto recogen a diario productos de más de 200 puntos de distribución y cada mes llegan a una media de 1.200 familias, alrededor de 3.500 personas a las que ofrecen apoyo, formación e integración social.

En los últimos años han distribuido más de dos millones de kilos de alimentos, más de la mitad “salvada del desperdicio”, ha asegurado el director general de Altius, Pablo Aledo, que pretende extender el modelo a otras ciudades españolas más allá de Madrid y Barcelona.

En la jornada también han participado representantes de ayuntamientos concienciados en la prevención y reducción del desperdicio, como los de Aljaraque (Huelva) y Santander.

Imagen de la jornada contra el desperdicio alimentario organizada por la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc. Efeagro/Aecoc

En ese primer municipio llevan años organizando recogidas de alimentos para familias desfavorecidas y colaborando con restaurantes que comparten sus recetas de aprovechamiento, incluidos sofritos con tomate del desayuno, pistos con excedentes vegetales, ensaladas con restos de pasta y arroz, y picatostes con el pan sobrante.

La capital cántabra ha impulsado medidas como la difusión de recetas con sobras en autobuses urbanos, junto a la asociación local de hosteleros, y este año han empleado fondos europeos en publicar una guía de adaptación para la transición ecológica del pequeño comercio, que incluye buenas prácticas de consumo.

Procedente de la localidad coruñesa de Vilasantar, el agricultor Víctor Boga lidera una pequeña cooperativa agroecológica y está decidido a emplear los residuos de los restaurantes, mercados, fruterías y panaderías de su pueblo para hacer compostaje o alimentar a sus animales.

Boga ha apuntado que quiere crear un obrador para procesar el desperdicio y los excedentes de los productores locales, al tiempo que ve necesario avanzar en un marco jurídico que faciliten esas acciones, flexibilice la normativa e implique a todos los actores.

Y si alguien no se ve capaz de idear nuevas formas de evitar el despilfarro, siempre puede contribuir con donaciones a la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), que el año pasado llegó a más de 1,2 millones de beneficiarios a través de casi 7.000 entidades benéficas que repartieron unos 152.000 toneladas.

El director de Fesbal, Francisco Greciano, ha comentado que la próxima gran recogida será a finales de noviembre, otra oportunidad de colaborar con quienes llevan más de 30 años luchando contra el desperdicio alimentario y ayudando a quienes más lo necesitan.

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