Esta industria ve el desembolso más como una inversión que como un gasto. Tienen cuatro meses para adaptarse a la nueva normativa y en empresas como Tetrapak ya están trabajando en ello.
La industria láctea desembolsará cerca de 20 millones de euros para adaptarse al real decreto sobre el etiquetado obligatorio del origen de la leche, para lo que disponen de un lapso de cuatro meses.
Así se desprende de la información facilitada a Efeagro por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), en la que se detalla que estos costes se derivan de la sustitución de etiquetas, troqueles y envases.
El director general de Fenil, Luis Calabozo, ha recordado que una de las peticiones de la Federación era tener el tiempo suficiente para poder adaptarse y que considera esos cuatro meses como razonables.
Más que como un gasto, analiza esos 20 millones como una inversión, porque está convencido de que el etiquetado beneficia “a todos” y es una apuesta por la información de cara al consumidor. Calabozo ha valorado el texto final del real decreto por tratar de “identificar con exactitud” el origen de la leche utilizada.
Las industrias ya solicitan los cambios
Desde la empresa Tetrapak, han detallado que algunos de sus clientes ya han solicitado los cambios necesarios para ajustarse a la nueva legislación.
El cambio de diseño no lleva mucho tiempo, según esta compañía, aunque depende del inventario que tenga el cliente del diseño anterior, cuándo solicite los cambios o cuánto tarde en aprobar esas modificaciones.
Por ello, desde Tetrapak animan a iniciar el proceso “cuanto antes” y poder así tener elaborados los envases dentro del plazo marcado por la ley.
Los costes del cambio de un envase varían “mucho” según el formato, el sistema de impresión o el número de colores, añade la misma fuente, que reconoce que es posible que “muchos” clientes aprovechen para realizar cambios adicionales, por lo que “no es posible dar una cifra del coste real; dependerá de cada caso”.

Desde Calidad Pascual, por ejemplo, insisten en que ya comunican “que el 100 %” de su leche es española “y está certificada en bienestar animal”, aunque no han precisado qué inversión tendrán que hacer para adaptarse a la norma.
Han valorado el real decreto, porque va en la línea de buscar más transparencia e información: “A mayor información, será más fácil que el consumidor pueda decidir con mayor criterio y valore factores como la sostenibilidad o la responsabilidad social de cada marca”.
En el caso de Danone -que tampoco avanzan el gasto de adaptarse a esta ley- han apuntado que “durante los próximos meses” llevarán a cabo los cambios necesarios para especificar el origen.
Coincide en considerar que “cualquier medida” que contribuya a un “ejercicio de transparencia” y a que el consumidor esté mejor informado “es una buena noticia” y recuerda que la leche fresca utilizada en sus plantas en España es recogida en granjas de proximidad, “siendo así 100 % de origen local”.