En una conferencia virtual organizada por el centro tecnológico Ainia, su directora general, Cristina del Campo, ha destacado la tendencia de los consumidores a buscar productos asequibles y seguros como consecuencia de la crisis del coronavirus.

No solo se está comprando menos a granel y más envasados, sino también existe un mayor interés por los alimentos saludables, como viene reflejándose en los últimos años.

En ese sentido, se están desarrollando formatos que pretenden "maximizar el bienestar para ayudar a prevenir algunas enfermedades", llegando a la alimentación de precisión y a la personalizada, según Del Campo.

El diseño de alimentos específicos para la tercera edad, para quienes sufren determinadas intolerancias o alergias, o para quienes deciden llevar una dieta vegetariana o vegana son algunas de las tendencias en crecimiento.

Caracterizar el microbioma

Rubén Hidalgo, director de Emprendimiento de Capsa Food, grupo que cuenta con marcas como Central Lechera Asturiana, ha subrayado sus esfuerzos por ofrecer productos de ingredientes naturales y reducir al mínimo las sustancias artificiales.

Hidalgo también ha puesto de ejemplo un proyecto para caracterizar el microbioma en España con el fin de mejorar la nutrición de las personas y poder corregir con productos ciertos problemas comunes.

"Tenemos que resolver problemas y capturar valor para el consumidor", ha señalado el responsable, sobre el objetivo final de la innovación tecnológica y la digitalización en la industria alimentaria.

Frutos secos al natural

La directora general de Innovación, Calidad y Medio Ambiente de Importaco, Teresa Cercós, ha sostenido que su empresa se centra en productos sanos como los frutos secos y el agua mineral.

"El fruto seco se ha convertido en un producto básico en la dieta", especialmente en el campo de los deportes, ha afirmado Cercós, que ha reconocido que, más que productos elaborados, fritos o tostados, hace tiempo vieron que los consumidores lo querían en su estado natural.

Para evitar la aparición de toxinas y otros defectos de los productos naturales, contratan a personas que analizan en origen su calidad en distintas zonas del mundo y saben cómo se debe cultivar y recoger.

También están trabajando en la reducción de sal y azúcar en "snacks", productos de chocolate o caramelizados, con la intención de dar opciones saludables "sin que el consumidor renuncie a ese momento de placer", según la directiva de Importaco.

Otras iniciativas están relacionadas con la nutrición personalizada, adaptada a las necesidades de cada uno, y con el aprovechamiento al máximo de todos los recursos para evitar residuos.

Pescado en la dieta

Por parte del grupo Nueva Pescanova, su director corporativo de I+D y Calidad, Juanjo de la Cerda, ha enfatizado los esfuerzos por "limpiar la lista de ingredientes" y priorizar los naturales.

Además de los productos elaborados, ofrecen otros muy poco elaborados, que trocean y venden, como el lomo de merluza o el langostino natural.

A raíz del confinamiento por la pandemia, De la Cerda ha señalado que el consumidor está buscando "formatos más pequeños con precios más ajustados" y prefiere "productos envasados que ofrecen de alguna forma más garantía y confianza".

Si al principio la gente redescubrió la cocina en los hogares, más tarde se ha terminado cansando y ahora están proliferando los platos preparados, lo que en su opinión constituye otra oportunidad de negocio con ingredientes sencillos.

En cuanto a la innovación en alimentación infantil, Nueva Pescanova pretende facilitar el consumo de pescado en edades tempranas y evitar la obesidad, para lo que están desarrollando proyectos con familias.

De la Cerda se ha referido, asimismo, a la importancia de la digitalización y de los buenos filtros para evitar la desinformación en lo relativo a la comida.