Los cinco hermanos “díscolos” de la actual presidenta de Eulen, María José Álvarez Mezquíriz, confían en poder tomar el control de la multinacional tras un fallo del Tribunal Supremo.
El Supremo anuló una junta de accionistas de Eulen celebrada en 2011 donde, en la práctica, se “bloqueó” su entrada en la gestión de la firma.
Fuentes próximas a los cinco hermanos -Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo Álvarez Mezquiriz- han explicado a Efeagro que la decisión del Alto Tribunal obliga a repetir dicha junta, que se celebra hoy, y abre por tanto una puerta a que pasen a contar con una participación mayoritaria del capital una vez se reparta la herencia de su padre, David Álvarez, fallecido en 2015.
Eulen, en el Supremo
El Supremo dio la razón a finales de noviembre a los hijos “díscolos”, quienes controlan actualmente El Enebro -sociedad patrimonial de la familia cuyo principal activo son las bodegas Vega Sicilia– y que pidieron la nulidad de la junta de Eulen de 2011.

En aquella reunión se aprobó eliminar el derecho preferente de adquisición de acciones, lo que posteriormente permitió también la creación de la sociedad instrumental Daval, dos medidas que tenían por objetivo “bloquear” la entrada de los cinco hermanos en la gestión de la multinacional, según estas mismas fuentes.
El patriarca de la familia, David Álvarez, maniobró entonces en favor de su hija María José Álvarez Mezquiriz, quien asumió el cargo de presidenta desde su fallecimiento.
Vuelta a la situación de 2011
Sin embargo, en opinión de este grupo de hijos “díscolos”, el fallo del Supremo hace que la situación accionarial regrese al punto en el que se encontraba en 2011, cuando su padre poseía el 47,55 % de los títulos, su hermana María José Álvarez tenía el 3,56 % y su hermano Jesús David contaba con el 4,29 % del capital. El resto (el 44,6 % de las acciones) estaba repartido en manos de los otros cinco hermanos “díscolos”, bien a título personal, bien a través de su participación en El Enebro.
Fuentes cercanas a este grupo han defendido que cuando concluya el reparto de la herencia del patriarca podrían conseguir la mayoría accionarial de Eulen -calculan que deberían recibir legalmente un 11,3 % adicional-, y por lo tanto, pasar a controlar la multinacional.
La propia Eulen ha informado a través de su web corporativa de la convocatoria de la junta de accionistas, que repite la de 2011, para “subsanar el defecto en el que incurrió” hace cinco años y medio al no publicar con antelación varios de los puntos del orden del día