Proyecto agrícola en Perú. Foto: SAIPE para Manos Unidas

Con apoyo de Manos Unidas

La agricultura ecológica, arma contra el hambre en los campos de América Latina

Publicado por: Mercedes Salas 2 de febrero de 2018 Fuente: EFEAGRO

La ONG Manos Unidas apoya proyectos latinoamericanos que potencian los derechos de la mujer, la agricultura ecológica y la vuelta a cultivos ancestrales. Sus fines son combatir el cambio climático y asegurar el abastecimiento de alimentos.

Los planes forman parte de la campaña “Comparte lo que importa”, que Manos Unidas -ONG de la Iglesia Católica- está presentando esta semana en España, para cerrar un “trienio de lucha contra el hambre”, durante el que ha reivindicado productos sostenibles y un freno al desperdicio de alimentos.
Organizaciones locales desarrollan en Guatemala, México, Perú, Bolivia o Ecuador estas iniciativas -con el respaldo de Manos Unidas-. Su fin es también “empoderar” a las mujeres en la agricultura o en la pesca, mejorar su calidad de vida o el respeto a sus derechos, según han explicado a Efeagro los responsables de los proyectos.
La resistencia al clima resalta en sus objetivos, mediante los cultivos orgánicos, la vuelta a técnicas ancestrales de siembra y el uso hídrico eficiente.

Taller de apicultura en Bolivia. Proyecto apoyado por Manos Unidas dentro de su campaña contra el hambre “Comparte lo que importa”. Fotos Eduardo Mendoza/Manos Unidas.

Es el caso de un proyecto en Bolivia que promueve prácticas que “se habían dejado atrás, como consecuencia de una agricultura orientada al agronegocio, más nociva para el medioambiente y con muchos agroquímicos”, según el director de la Fundación Acción Cultural Loyola, en el Chaco, Eduardo Mendoza.
Esta organización fomenta, en la región de Potosí, el cultivo de frijoles y hortalizas y la ganadería con métodos “indígenas” para garantizar la alimentación de 200 familias; Mendoza señala que a veces han colaborado con Gobiernos autonómicos como el de Castilla-La Mancha o el de Andalucía.

Al rescate de conocimientos ancestrales

En Guatemala, otro proyecto busca rescatar conocimientos del pueblo maya kaqchikel sobre plantas resistentes a la sequía, algunas medicinales, y la recuperación de “semillas locales” para que las comunidades tengan más autonomía, según el portavoz de la Asociación de Desarrollo Comunitario Rural (Adecor), Bartolomé Chocoj.
En San Martín de Jilotepeque, el plan incluye la formación de mujeres, “herramientas” para aquellas que no pudieron ser escolarizadas y técnicas para la negociación, y promueve además la mejora en el acceso al agua para cultivar frutales que permitan completar la alimentación de los hogares.

Protección de la propiedad de la tierra

La protección de la propiedad de la tierra es el fin de otro proyecto que emprende el Centro de Estudios Ecuménicos en el estado de Guerrero (México), y que potencia el cultivo de maíz “criollo” o de café, según el portavoz de esta entidad Iván Oropeza.
Desde Manos Unidas resaltan que la entrada de empresas canadienses para practicar la minería en esa región mexicana se ha convertido en una fuente de conflicto para los indígenas, una amenaza a la que se unen la pobreza y el narcotráfico.
Oropeza detalla que se está intentando recuperar variedades que se habían “descuidado”, porque los agricultores apostaban por semillas con ciertas “mejoras genéticas” que luego les creaban dependencia a la hora de adquirirlas; este plan también impulsa la comercialización mediante circuitos locales.

Pesca en Perú

En Perú, la ONG Escuela Campesina de Educación y Salud (Escaes) -que opera en Piura y Cajamarca- ha impulsado, entre otros, proyectos sobre pesca mediante la mejora de las condiciones higiénicas del agua en que se crían moluscos, en zonas muy pobres.
La coordinadora de Escaes, la gallega Carmen Parrado, cita entre las actuaciones llevada a cabo la instalación de letrinas y la regulación de las condiciones de trabajo en la acuicultura, para moderar la explotación del mar, en un área damnificada por el fenómeno climático El Niño

Secciones : Agricultura