La producción mundial de vinos se espera que aumente en 2013 de manera significativa, hasta llegar a las 281 millones de hectolitros, que la sitúan a un nivel no alcanzado desde 2006, a pesar de la persistente disminución de la superficie de viñedos, en particular en España y en Italia
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) indicó ayer en su informe de coyuntura de los diez primeros meses que la mejora se debe a la mayor productividad de los viñedos, cuya superficie se ha reducido a nivel mundial en 15.000 hectáreas, y en 300.000 respecto a 2006.
Las cifras adelantadas, con un aumento mundial del 9 %, apuntan que Italia se corona como el mayor país productor, con una mejora interanual del 2 % y unas previsiones de 44,9 millones de hectolitros, por delante de Francia, que llega a los 44,08 (+7 %), y de España, que mejora un 23 %, hasta los 40 millones.
Con ese predominio europeo y tras cinco años de cosechas “modestas”, se prevé para este año en el conjunto de la Unión Europea (UE) una producción cercana a los 146 millones de hectolitros, mientras que fuera del continente, el balance se presenta igualmente en aumento.
EEUU, cuarto productor del mundo, podría experimentar un avance del 7 %, hasta los 22 millones de hectolitros, mientras que Argentina, tras dos años “bastante duros”, según el director general de la OIV, Federico Castellucci, registra una mejora del 27 %, hasta los 14,9 millones.
Consumo
El consumo, en cambio, no ha visto todavía una recuperación significativa, tras la crisis económica de 2008, pese a que las estimaciones dejan entrever una consolidación de la demanda gracias a los nuevos países consumidores.
En 2013 se podría llegar a los 245 millones de hectolitros, si bien la OIV advierte de que hay que ser prudentes con esta cifra, pues los tres últimos meses de la campaña, y especialmente diciembre, que puede representar el 40 % de las ventas totales de ciertos productos, influyen de forma significativa en el balance final.