Elaboración de cochinillos en un horno. EFE/Archivo. Aurelio Martín

RESTAURACIÓN CORONAVIRUS

La venta de torreznos, cochinillo y lechal, entre el parón y la diversificación

Publicado por: Juan Javier Ríos /EFEAGRO 20 de marzo de 2020

Los productores de alimentos adscritos a sellos de calidad y muy vinculados a la restauración están abocados al parón o a continuar el negocio congelando producto o buscando hueco en los súper y la exportación.

Los productores de alimentos adscritos a sellos de calidad -como el torrezno, el cochinillo o el cordero lechal- y muy vinculados a la restauración, ahora cerrada, están abocados al parón de su actividad, a continuar el negocio congelando producto o buscando hueco en los súper y la exportación.

Uno de los que tendrá que optar por cesar en buena medida su actividad será la compañía Embutidos Moreno-Sáez, porque hasta el 80 % de sus ventas se destina a la hostelería y, de ellas, un porcentaje elevado es de torrezno de Soria con marca de garantía. Según señalan a Efeagro fuentes de esta empresa, la próxima semana aplicarán un ERTE al 66 % de su plantilla, compuesta por 25 empleados: “No hay mucho más que plantearse; lo único que podemos hacer es aguantar el tirón”.

Las mismas fuentes quieren dejar claro que, una vez superada esta situación de alarma, reincorporarán a los trabajadores afectados por el cese temporal de la actividad.  Y recuerdan que aunque se les ha parado una “parte importante” de las ventas, tienen clientes en la gran distribución y en las tiendas especializadas con las que siguen trabajando.

En el caso del cochinillo, muy circunscrito a los restaurantes, esta situación se está llevando “mal”, según el gerente de la marca de garantía Cochinillo de Segovia, José Ramón Marinero.
Una semana normal se sacrifican 3.000 cochinillos con este sello, pero en esta sólo serán 1.000, ya que han pedido a los productores que por el momento dejen el resto en la granja para ganar tiempo y ver qué medidas alternativas se adoptan.

Una de ellas, apunta, será el congelado, ya que el año pasado obtuvieron la aprobación de la Junta de Castilla y León para poder hacerlo sin perder por ello ese sello de calidad.
“Gracias a este formato (congelado), el daño se minimiza porque se le da otra salida mientras no haya consumo en la hostelería”, han apuntado.

Entre esas salidas están la distribución y las exportaciones, ya que hay zonas en el extranjero donde tiene cada vez más aceptación, subraya. Son opciones para intentar que esta crisis sea lo “menos gravosa” posible, aunque se notará porque se prevé que el precio del cochinillo baje.

Preparación de cordero en un horno. EFE/Archivo.

Por su parte, el cordero _especialmente algunos tipos como el -lechal-, tiene buena acogida en el canal Horeca, y el cierre de los restaurantes puede llevar a que los corderos marcados con sellos como las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) se redirijan a la distribución o la exportación, como producto de “primera calidad”.
Uno de los socios fundadores de la empresa Moralejo Selección, Enrique Oliveira, ha incidido en que el lechal es un producto con demanda bastante creciente en los supermercados y en el extranjero, y no tan vinculado como antes a la restauración.

En su compañía, de hecho, no están viendo parón prácticamente en su actividad a pesar del estado de alarma: “No tenemos afectada la producción porque tenemos diversificado” el negocio.
Por eso, han hecho un “balanceo” del producto que destinaban al canal Horeca para reubicarlo en otros destinos, como los mercados exteriores, donde están presentes en 35 países.