Un agricultor onubense, Francisco Volante, ha promovido un método natural para frenar el avance de la enfermedad de la seca en la dehesa a base de cajas nidos para pájaros, murciélagos y arañas, colmenas de abejas y la recuperación del manto vegetal desaparecido por la sobreexplotación ganadera.
El método ya está siendo ensayado con éxito en más de 40 fincas a las que asesora y que se encuentran dispersas por las provincias de Huelva, Sevilla y Córdoba principalmente y que está incluido en el programa Life bioDEHESA. La idea partió del propio conocimiento que Volante ha tenido de este ecosistema silvopastoril desde niño.
A los 23 años compró un terreno y desde entonces se dedicó a estudiar la enfermedad descubriendo que hay dos tipos de muertes por seca: una por plagas, provocadas, entre otras, por las especies del género Cerambyx, y por otro lado las derivadas del empobrecimiento y los problemas del suelo.
Para hacer frente al primero de los casos el agricultor propone “aguantar la biodiversidad” algo que se consigue con la colocación de colmenas y nidos artificiales para que aves, arañas y murciélagos críen en ellos, los cuales acabarán a posteriori con insectos y gusanos perjudiciales para los árboles, como las orugas desfoliadoras.
Por lo que respecta al segundo tipo de muerte por seca, Volante explica que hace unos 50 años se tenía una carga ganadera que se ajustaba a cada finca, pero con el tiempo lo que se ha hecho es concentrar a más animales de lo recomendable en una misma zona, provocando una sobrecarga ganadera que ha compactado el suelo y ha hecho que éste pierda su biodiversidad y se vuelva más ácido, favoreciendo la aparición de hongos como la Phytophthora cinnamomi.