Adultos y niños yemenís reciben alimentos de un grupo de ayuda local. Efeagro/EPA/Yahya Arhab

Adultos y niños yemenís reciben alimentos de un grupo de ayuda local. Efeagro/EPA/Yahya Arhab

CRISIS ALIMENTARIA

La ONU urge a actuar contra el hambre extrema que sufren 155 millones de personas

Publicado por: EFEAGRO 5 de mayo de 2021

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras agencias de la ONU pidieron a los líderes políticos financiación urgente para revertir el hambre extrema, que hace que 155 millones de personas dependan de la ayuda alimentaria.

“La humanidad puede pilotar un dron y dividir moléculas para generar oxígeno en Marte, pero 155 millones de personas sufren hambre aguda y están en riesgo al no disponer de los medios suficientes. No lo podemos permitir”, dijo el director general de la FAO, Qu Dongyu, ante el informe anual de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC), publicado este miércoles.

Coordinar esfuerzos, encontrar financiación y prevenir las situaciones más críticas son las principales acciones propuestas a los políticos por los diez representantes de organizaciones internacionales en una reunión virtual organizada por la FAO, con sede en Roma, en la que se presentaron y debatieron los resultados del informe de la GNAFC.

Unos 155 millones de personas en el mundo necesitaron ayuda humanitaria debido a las crisis alimentarias que afectaron a 55 países en 2020, unas 20 millones más que en 2019.

Una mujer sujeta las piernas de su hijo desnutrido en un hospital del Yemen. Efeagro/EPA/Yahya Arhab
Una mujer sujeta las piernas de su hijo desnutrido en un hospital del Yemen. Efeagro/EPA/Yahya Arhab

“Más de 34 millones de personas están tocando a la puerta de la hambruna. Estamos agotando el tiempo. Se necesitan 5.000 millones de dólares solo para parar la hambruna. Hay que hablar en serio cuando nos comprometemos con el hambre”, dijo el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley.

En cuanto a la financiación, el enviado especial del Reino Unido para la Prevención de la Hambruna y Asuntos Humanitarios, Nick Dyer, apuntó que la mayoría de los fondos destinados a la lucha contra el hambre provienen de donaciones, una forma de recaudación “insostenible”.

Los episodios de escasez alimentaria “empeoraron en magnitud y gravedad” y “exacerbaron las fragilidades preexistentes” durante el último año, a causa de “conflictos prolongados, las consecuencias económicas de la covid-19 y los fenómenos meteorológicos extremos”, explica el informe.

“Uno de cada tres niños en el mundo no come lo que debería”, señaló la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, quien hizo hincapié en la “fragilidad” de los organismos de los más pequeños, que necesitan “agua potable y alimentos, pero también amor y protección” en situaciones de conflicto.

Las crisis alimentarias en el mundo

Unos 155 millones de personas en el mundo necesitaron ayuda humanitaria debido a las crisis alimentarias que afectaron a 55 países en 2020, unos 20 millones más que en 2019, revela el informe anual publicado por la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC), en colaboración con distintas agencias de la ONU.

Los episodios de escasez alimentaria “empeoraron en magnitud y gravedad” y “exacerbaron las fragilidades preexistentes” durante el último año, a causa de “conflictos prolongados, las consecuencias económicas de la covid-19 y los fenómenos meteorológicos extremos”, se explica en el documento que analiza la situación mundial de la seguridad alimentaria y la nutrición.

“El conflicto y el hambre se retroalimentan. No se pueden resolver por separado”, defiende el secretario general de la ONU, António Guterres, en el informe, donde aboga por afrontar ambos problemas al mismo tiempo en un momento en el que hay más de 30 millones de personas al borde de la hambruna en el mundo.

La zona del mundo más afectada por la escasez alimentaria es África, donde residen 97,9 millones de personas en esa situación, por delante de Oriente Medio (29,4), el Sur de Asia (15,6), América Central y el Caribe (11,8) y Europa del Este (600.000).

“Los pronósticos apuntan a un panorama sombrío para 2021, con la amenaza de hambruna persistiendo en algunas de las peores crisis alimentarias del mundo”, advierte la GNAFC, que revela que en 2020 los conflictos afectaron a 99,1 millones de personas, los efectos económicos -incluidos los de la pandemia-, a 40,5 millones y los fenómenos climáticos, a 15,7 millones.

Un total de 55 países padecieron inseguridad alimentaria grave en 2020, 34 de ellos con especial gravedad, mientras que los diez con más personas en situación de crisis alimentaria fueron: la República Democrática del Congo (21,8 millones), Yemen (13,5), Afganistán (13,2), Siria (12,4), Sudán (9,6), Nigeria (9,2), Etiopía (8,6), Sudán del Sur (6,5), Zimbabue (4,3) y Haití (4,1).

Y de entre todos los afectados por la crisis, 133.000 personas en el mundo se pueden considerar en situación de catástrofe alimentaria o hambruna, especialmente en Sudán del Sur (105.000), Yemen (16.500) y Burkina Faso (11.400).

En América Central y el Caribe, un total de 11,8 millones sufren estas crisis en El Salvador, Haití, Nicaragua, Guatemala y Honduras.

En el informe se destaca en particular la situación de Guatemala, donde 3,7 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y donde “los huracanes Eta e Iota” intensificaron los problemas para “una población que ya era vulnerable por pérdidas vinculadas a la covid-19 y por varios años de malas cosechas”.

También Eta e Iota y las dificultades económicas acrecentadas por las restricciones contra la covid-19 están detrás del aumento de la escasez de alimentos en Honduras, que afecta a 2,9 millones de personas, según el documento.

El informe también alerta del efecto de las crisis alimentarias en los niños, con 91 millones de menores de cinco años afectados por malnutrición en el mundo, con una situación especialmente difícil en Yemen, Sudán y Sudán del Sur.