Una mujer cose redes en el puerto de Santoña (Cantabria). EFE/Esteban Cobo

Una mujer cose redes en el puerto de Santoña (Cantabria). Efeagro/Esteban Cobo

PESCA FANTASMA

La pesca fantasma, las redes perdidas que siguen pescando sin beneficio

Publicado por: EFEAGRO 9 de agosto de 2021

El centro de buceo Krakendive de Tossa de Mar se dedica a las inmersiones en la Costa Brava, pero su responsable, Raúl Álvarez, se ha implicado además en un proyecto contra la ‘pesca fantasma’, la de las redes perdidas en el mar que siguen capturando peces sin que nadie se beneficie.

Álvarez invierte tiempo y dinero en esta iniciativa, que lleva a cabo junto a otros submarinistas de toda España que escogen puntos donde intuyen que su labor es más necesaria.

En una entrevista con Efeagro, explica que fue en 1985 cuando se mencionó por primera vez en el ámbito de la ONU el término de ‘pesca fantasma’, que causa daños en el entorno marino, desde afectaciones a la posidonia hasta las capturas de peces y, sucesivamente, de sus depredadores.

“Además, existe el agravante de que son plásticos que acabarán por degradarse en microplásticos, porque los pescadores han perdido redes siempre, pero eran de material biodegradable“, añade.

Raúl Álvarez ha conseguido que quienes salen al mar para ganarse la vida le avisen cuando se les queda ese tipo de material en el agua sin posibilidad de rescatarlo.

Los buceadores sí pueden y se lo devuelven a los pescadores si es aprovechable, pero si no lo es lo reciclan, hasta el punto de que “el año pasado se consiguió un 100 por cien de reutilización”, relata.

Redes de pesca. EFE/Oscar Pipkin.
Redes de pesca. Efeagro/Oscar Pipkin.

Álvarez sabe que otras organizaciones venden productos fabricados con redes, “pero son de redes descartadas, no recuperadas del mar, que tienen el inconveniente de que suelen estar muy sucias y el proceso de limpieza es muy caro”.

El problema principal, sin embargo, llegaba cuando la red estaba fabricada con un tipo de nailon sin salida comercial y, ahí, se abrió una nueva puerta: convertirlo en colectores larvarios de nacras (Pinna nobilis).

Esta especie de mejillón gigantesco endémico del Mediterráneo está en riesgo de extinción por culpa de un protozoo (Haplosporidium Pinnae) que, según la teoría más aceptada, llegó en un buque desde Asia.

La situación es tan crítica que, según relata Raúl Álvarez, apenas han encontrado tres ejemplares supervivientes en toda la costa española, aunque disponen de más en laboratorio que sobreviven por las condiciones ideales en que se mantienen.

El objetivo es reproducirlos y la curiosidad es que la redes de ese nailon inaprovechable se convierten en entorno ideal para las larvas de las nacras, por lo que los submarinistas que colaboran con Álvarez, agrupados en la asociación Ghost Diving Spain, se dedican a instalar bajo el mar esos colectores.

Hasta veinte buceadores de distintos puntos de España trabajan en el proyecto en una acción de voluntariado que conlleva desplazarse a donde se notifica una pérdida de material de pesca, “aunque con los años es fácil identificar dónde se acumula, que es en fondos donde hay pesca”.

Uno de esos puntos donde habitualmente se sumergen para extraer redes se encuentra en el litoral de Tossa de Mar, la Roca Muladera, donde realizan primero una exploración para constatar la degradación.

Raúl Álvarez explica que el objetivo principal de Krakendive es “generar proyectos” y asegura que ha tenido esta filosofía medioambiental desde su fundación en 1956, que él mantiene desde que asumió la dirección en 2016.

“Todo el beneficio del centro se dedica a proteger el fondo marino”, manifiesta Álvarez, que se encuentra en conversaciones con una compañía internacional de la automoción para obtener un patrocinio como el que ya ha firmado con otras empresas a través de Ghost Diving, a la vez que invita a artistas que estén dispuestos a realizar creaciones con el material sacado del mar.

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