Los precios en origen pagados en este arranque de 2021 por el aceite de oliva han subido entre un 12 y un 20 % respecto a enero del año pasado, aunque siguen por debajo de los de 2019 y lejos de los de 2018.
Así se desprende del cruce de los datos históricos publicados por los observatorios Poolred e Infaoliva, que reflejan una tendencia al alza de estos precios desde que tocaran fondo entre mayo y junio del 2020.
El aceite virgen extra ronda esta semana los 2,4-2,5 euros el litro, el virgen se paga a más de 2,1 euros y el lampante cotiza por encima de 1,9 euros.
En sus momentos más bajos, los precios llegaron a oscilar entre 1,6 y 2,1 euros el pasado ejercicio.
Pese al aumento de los precios de los últimos meses, éstos siguen siendo inferiores a los que se registraban en el comienzo de 2019 (oscilaban entonces entre 2,2 y 2,6 euros) y están a mucha distancia de los que se abonaban en el arranque de 2018, cuando todas las categorías de aceite de oliva sobrepasaban los 3,3 euros por litro.
Precisamente el hundimiento de los precios en origen del aceite de oliva motivó las quejas del sector a lo largo de 2020, y en junio el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, presentó un paquete de medidas dirigido a solucionar este problema.
De hecho, el Gobierno anunció a finales de diciembre que trabaja ya en dos reales decretos sobre la calidad del aceite de oliva y la autorregulación de este mercado que espera aprobar a lo largo del primer trimestre de 2021.
