Río de Janeiro, una de las grandes metrópolis brasileñas, vivirá un año único, el de sus Juegos Olímpicos. Es la primera vez que Sudamérica acoge la cita deportiva mundial por excelencia para la que ya quedan algo menos de 170 días.
Este verano se sumará otra, la de la antorcha Olímpica encendiéndose para acoger los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica.
Río de Janeiro ayer y hoy
Más de seis millones de cariocas, tal y como se les conoce a los habitantes de Rio de Janeiro, convivirán con los turistas que se acerquen a conocer esta ciudad de la que tanto se ha escrito. Por ejemplo, en la guía Trotamundos de Brasil la describen como “el mar en la montaña, la jungla urbana lindando con la selva tropical, con la playa como horizonte”. La ciudad, fue hallada por los portugueses en plena efervescencia de los descubrimientos en 1502. Prosperó gracias a la caña de azúcar y ha tenido una historia trepidante en los sucesivos siglos. En 1960 perdió su estatus como capital de Brasil, pero no sus encantos como lugar de encuentro de bohemios, de estrella de la sensualidad del carnaval, de cuna de la bossanova y de tantas otras cosas que es Río, que como definen en la citada guía, es hoy “una ciudad maravillosa, pero al borde del colapso”.

Durante la celebración de los Juegos Olímpicos, invierno en ese hemisferio, la temperatura es de 15 a 25 grados centígrados y las noches suelen ser frescas.
Datos claves de los Juegos Olímpicos de Río
- ¿Cuándo? Del 5 al 21 de agosto
- ¿Dónde? Serán los primeros Juegos Olímpicos en América del Sur.
- De las 27 ediciones de la era Moderna, seis se han celebrado en América Norte, 16 en Europa, tres en Asia y dos en Oceanía
- ¿Quiénes? 10.500 deportistas de 206 países. Participarán 45.000 voluntarios
- ¿Qué? Se disputarán 306 pruebas de 42 deportes. Hay dos novedades: Golf y rugby
- Para presenciar este espectáculo se van a poner a disposición del público 7,5 millones de entradas. De ellas, 3,8 millones a menos de 30 dólares.
Las sedes deportivas
Maracaná
La Región de Maracanã abarca dos de los más conocidos puntos turísticos de Río: el Estadio de Maracaná y el Sambódromo, aparte del Estadio Olímpico João Havelange. Allí se celebrarán las ceremonias de apertura y de clausura de los Juegos Olímpicos, además de partidos de fútbol. El gimnasio de “Maracanãzinho” será anfitrión del voleibol, y el clásico maratón y la competición de Tiro con Arco tendrán lugar en el Sambódromo. Por su parte, el Estadio João Havelange será la sede de las competiciones de pista en atletismo.
En esta zona se encuentran puntos neurálgicos para la vida cultural de la ciudad como la plaza Cinelândia, con sus cines, teatros, museos y bibliotecas; la Feria de San Cristóbal, con 700 quioscos, el barrio de Lapa y su vida nocturna o el teleférico del Complejo de Alemao, que permite una de las mejores vistas de la ciudad durante su recorrido de 3,5 kilómetros.
Deodoro
Ubicada en la Zona Oeste de la ciudad, esta zona acogerá siete competiciones olímpicas: equitación, ciclismo de montaña y BMX, pentatón, tiro Deportivo, canotaje eslalon; hockey y esgrima. Por aquí se puede visitar el centro Cultural de Realengo con un programa que incluye actividades para todo tipo de públicos, shows, espectáculos de danza, exposiciones de pinturas y obras de teatro. Además, el Museo Aeroespacial es “destino ineludible” para los amantes del aire pues exhibe 128 aeronaves.
Copacabana
Copacabana, en el Sur de Río de Janeiro y su fabulosa playa de cuatro kilómetros en forma de media luna, aúna una línea de costa mundialmente conocida y enclaves turísticos como el Pan de Azúcar y el Corcovado. Allí viven dos millones de personas, que asistirán con entusiasmo a las pruebas de ciclismo en ruta, maratón acuático, triatlón, vela, voley-playa, remo o canoas.
Visitas obligadas en la zona, el Jardín Botánico, que dicen que es una de las zonas verdes mejor conservadas de la ciudad, la Laguna de Rodrigo de Freitas, ideal para un buen pic-nic diurno o para disfrutar de la vida nocturna de sus quioscos durante la noche; el Parque de Flamengo y, cómo no, el Cristo Redentor, el monumento de 38 metros de altura localizado 710 metros por encima del nivel del mar que vigila el desarrollo de la ciudad desde la cima del Cerro del Corcovado. Y, si el tiempo lo permite, se puede disfrutar de la playa de Copacabana, ya sea tomando un baño o practicando deporte al aire libre.
Barra
Dejamos para el final Barra da Tijuca, la zona que según la organización será “el corazón de los Juegos Olímpicos”. En el Oeste de la ciudad, acogerá la Villa Olímpica y 15 instalaciones donde se realizarán competiciones de 23 deportes olímpicos como golf, ciclismo, baloncesto, balonmano, taekwondo, gimnasia, salto de trampolín, waterpolo o natación. Las playas, como la de Barra o las de Grumuri, son las principales atracciones de esta zona, por sus grandes olas que invitan a practicar surf, entre otros deportes. Los amantes de las emociones fuertes también pueden subir a Piedra Bonita, disfrutar de las vistas de la ciudad para después lanzarse en parapente.
Un desagradable invitado: el zika
Aunque el Gobierno brasileño haya descartado que la proliferación del zika suponga un riesgo para la gran mayoría de los turistas que visiten el país con motivo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del próximo agosto, con la excepción de las embarazadas, la alarma ha supuesto un varapalo para la organización de los Juegos Olímpicos.
“No hay riesgo de venir aquí; sólo lo hay para las mujeres que estén embarazadas”, aseguró el ministro de Presidencia, Jaques Wagner hace unos días. Además, el Gobierno confía en que con la llegada del invierno y el gran operativo puesto en marcha consigan acabar con el virus antes del encendido de la antorcha Olímpica.
Desde enero se están fumigando a diario todas las instalaciones olímpicas, que ya están siendo inspeccionadas recurrentemente para eliminar focos de infección. Además de en las sedes, se temen las aglomeraciones. Evitar el agua estancada -lugar donde se reproduce mejor el mosquito- la notificación obligatoria de los casos de zika y otras medidas de concienciación buscan ganar la guerra al virus y que este mosquito, del que se sospecha que causas microcefalia en los bebés, no afecte a los Juegos Olímpicos.
Y con todos estos ingredientes Río de Janeiro espera dejar bien alto el pabellón de sede de unos Juegos Olímpicos, una cita que transformará para siempre la vida de esta ciudad.