Senadoras y mujeres rurales han defendido hoy, en una jornada, la necesidad de impulsar “cambios estructurales” para potenciar el liderazgo femenino y conseguir la igualdad laboral y social, especialmente en el campo.
El congreso “Mujer y Parlamento”, organizado por la Federación de Mujeres Rurales (Femur), ha reunido en la Cámara Alta a mujeres de todo el país con parlamentarias, empresarias y otros expertos, para analizar la participación femenina en la familia y en el ámbito laboral.
La presidenta de Femur, Juana Borrego, ha manifestado que la lucha continúa y que si bien se ha avanzado, “no tanto como es necesario, porque seguimos con las mismas reivindicaciones de hace 20 o 30 años y ganamos menos que los hombres”.
Femur ha organizado la jornada para conmemorar el Día Mundial de la Mujer, del pasado 8 de marzo.
En defensa de los derechos de las mujeres
En opinión de Borrego, los Gobiernos “deben realizar esfuerzos para defender los derechos de las mujeres”.
Ha abogado por una mayor autoestima femenina y por luchar para que el liderazgo “deje de ser monopolio de hombres”.
La vicepresidenta segunda del Senado, Yolanda Vicente González (PSOE), ha destacado el papel de cuidadoras “de hijos y de maridos” que tuvieron tradicionalmente en el campo, un modelo que ha cambiado hacia otro en el que deciden “si son madres o no, o si son copropietarias o no” de una explotación.
Yolanda Vicente ha citado, entre las dificultades para la igualdad, las rigideces en los horarios y, sobre todo, después de la crisis, la “feminización” de la pobreza, la falta de ayudas a la dependencia y de servicios en los pueblos.
La “masculinización” del campo, un problema
En el ámbito rural, la vicepresidenta ha apuntado que se añaden problemas como la “despoblación” o la “masculinización” en el campo.
Ha apostado por “dar un paso más” y potenciar la cultura de la innovación para encontrar nichos de empleo.
Por su parte, la senadora Rosa Vindel (PP) ha señalado que los derechos y las libertades “aún son frágiles” de desarrollar y que hace falta avanzar para que las mujeres escojan su camino “sin que nadie se lo imponga”.
Vindel ha afirmado que la Constitución del 1978 marcó un antes y un después en los derechos femeninos y que “no hace falta abrir nuevas grietas ni enfrentarse a nada salvo a la intolerancia, porque el feminismo ha estado bien, pero no en el siglo XXI”.
En este sentido, ha defendido que no se debe propiciar el “populismo” ni el electoralismo para conseguir los derechos de la mujer y ha apuntado que el PP es el único partido que ha puesto presidentas en el Senado (Esperanza Aguirre) y en el Congreso (Luisa Fernanda Rudí).