La restauración ha cerrado la cuenta de los dos meses vacacionales por excelencia -julio y agosto- con un saldo positivo por el empuje del turismo nacional e internacional. Hay datos que reflejan subidas de hasta un 40 % más de reservas.
Estas son las cifras que manejan, por ejemplo, desde el portal Eltenedor.es, cuyos registros apuntan a un incremento de reservas por la aplicación móvil de su plataforma de hasta un 60 % en las zonas turísticas y un 40 % de media en todo el país. El tipo de cocina más reservada ha sido la española -la preferida por los turistas- seguida de la asiática, por lo que los platos más ordenados han sido la paella, la tapas o el “sushi”, y el precio medio de entre 25 y 30 euros, según sus cifras al cierre del verano, adelantadas a Efeagro.
Según sus datos, en verano se sale más a cenar -el 62 % de las reservas fue para la noche- y no solo el fin de semana, ya que en los días de diario se registra un incremento del 25 % con respecto a otros meses.Por ciudades, destacan los crecimientos experimentados en zonas de playa como Alicante, Islas Baleares, Costa Brava o Costa del Sol, pero también destinos de interior como Toledo, Segovia o Ávila, que reciben a los viajeros de fin de semana.
Un verano que ha superado las previsiones
El secretario general de la Federación Española de Hostelería (FEHR), Emilio Gallego, coincide en este escenario y asegura que la restauración ha cumplido con “las perspectivas más positivas” este verano gracias a la tendencia “espectacular” de visitantes internacionales y a la “activación del mercado nacional”, ya que el 30 % de la facturación de bares y restaurantes deriva del turismo. Además del tándem de éxito del sol y playa, Gallego señala que este verano “han funcionado bien” otros segmentos turísticos como el turismo de interior, el gastronómico o el deportivo.

Y lanza una idea, la hostelería española debería aprovechar este momento de demanda “muy potente” para “seguir evolucionando” en la fidelización del cliente, que llega a España porque “se siente seguro y valora su oferta como muy equilibrada”. Aunque aún no cuentan con datos definitivos de este periodo estival, Gallego prevé que la estimación de cierre de 2016 con un crecimiento del 4 % se quede “corta” y se pueda hablar de un “6 o 7 %”.
El Levante no ha sido un aliado en la costa gaditana
En cualquier caso, el comportamiento del sector no ha sido homogéneo y ha habido lugares, como el litoral gaditano, donde el temporal de viento de Levante ha afectado negativamente a los resultados de los chiringuitos de playa en su meses más fuertes.Solo en agosto, el Levante superó los 96 kilómetros por hora dos días en Tarifa y uno en Medina Sidonia, mientras que se ha mantenido a más de 80 kilómetros por hora durante ocho días en Barbate y en Medina Sidonia, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El presidente de la patronal de hosteleros de Cádiz, Antonio De María, cifra en un 30 % la caída de facturación que esta situación ha ocasionado en los chiringuitos de playa o los establecimientos con terrazas al aire libre.De María, insiste, sin embargo, en que “no ha sido dinero perdido” porque ha habido un “trasvase de ventas” a las zonas urbanas y a la restauración nocturna, que han incrementado sus cifras un 15 %. En su opinión, hay que considerar este verano como un éxito porque, pese a que “no se conocía un verano con tantos días de Levante”, el hospedaje no se ha anulado, lo que demuestra “que la provincia no solo es playa y tiene más atractivos, como su historia y su gastronomía”.