Conseguir que los niños coman pescado o verduras no suele ser una tarea fácil, pero es posible conseguirlo si se presentan en la mesa de forma divertida e, incluso, se logra que los pequeños de la casa participen en el proceso culinario.
Este objetivo es el que se ha propuesto en Madrid el jefe de cocina del restaurante Rubaiyat, Carlos Valentí, quien dirige distintos talleres para que los niños hagan sus primeros pinitos gastronómicos, sorprendan a sus padres en casa y, a la vez, le cojan cariño a esos alimentos que muchos niños “tachan” de su dieta con un “no me gusta” difícil de combatir.
“Al 90 % de los niños no les gusta las verduras, y el pescado y la fruta cuesta mucho introducirlos en su dieta; queremos trabajar sobre esos tres ejes con un juego divertido”, explica a Efeagro Valentí.
Una vez puesto el delantal y el gorro de “chef”, poco más hace falta para que el niño se meta de lleno en el papel de cocinero: sólo un poco de diversión para mantener su atención y dar una vuelta de tuerca a los platos que más demandan los pequeños para introducir en ellos los productos que suelen vetar, sin ni siquiera probarlos.
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