Allanado el camino para definir el futuro reglamento sobre la agricultura ecológica comunitaria. El texto preliminar acordado entre Parlamento, Comisión y Consejo europeos servirá de base del nuevo reglamento eco, cuya entrada en vigor se prevé el 1 de julio de 2020.
El negociador del Parlamento Europeo, Martin Häusling, se ha mostrado hoy satisfecho de poder cerrar este pacto sobre una norma que no ha estado exenta de controversias, “dada su complejidad”, y que después de haber pasado por 6 presidencias de la UE, se ha cerrado ayer, tras más de diez horas de negociación, con Malta.
Para su aprobación formal deberá pasar en julio por Comité Especial de Agricultura, Comisión Europea, Parlamento y Consejo de Ministros de Agricultura
Häusling ha remarcado en conferencia de prensa en Bruselas y transmitida en línea que tras haber pasado 18 trílogos (negociaciones entre las 3 instituciones) y encontrarse “dos veces a punto de fracasar”, este texto base permite avanzar en una normativa que dotará al consumidor de mayor confianza en los productos ecológicos.
Controles de importación más estrictos
A juicio del eurodiputado alemán, en algunos de los puntos que levantaron suspicacias en los anteriores encuentros -como el de las importaciones o el de las contaminaciones con pesticidas– se han logrado “grandes avances”.
“Vamos a tener unas controles de importación más estrictos“, ya que los productos bio de países terceros van a tener que cumplir con los mismos requisitos que los exigidos a los comunitarios y esto es un “gran paso hacia adelante”, ha asegurado.
Las actuales 64 “normas de equivalencia” (reglas similares pero no iguales a las de la UE) se eliminarán gradualmente en cinco años.
Aun así, para evitar problemas de suministro, la Comisión podrá permitir -durante un período renovable de dos años- la importación de determinados productos, aunque no cumplan plenamente las normas de la UE.
Descartado el tema de los umbrales
El tema de los umbrales sobre restos de sustancias no autorizadas ha quedado descartado, si bien la Comisión -a los cuatro años de la entrada en vigor del reglamento- presentará un informe para determinar, en caso de contaminación, de dónde viene (agricultor, transformador, transporte…) y volver a retomar la cuestión.
Los agricultores estarán obligados a aplicar medidas cautelares para evitar la contaminación y, en caso de presencia sospechosa un pesticida o fertilizante no autorizado, el producto final no llevará el certificado de ecológico.
Uno de los grandes logros, según el negociador, es la elaboración de una base de datos para incrementar la oferta de semillas y animales orgánicos en los próximos años.
Mejorar la disposición de semillas para agricultura ecológica
Las derogaciones que permiten el uso de semillas y animales convencionales en producción orgánica expirarían en 2035, pero la fecha de finalización podría ser retrasada o adelantada, en función de la mayor disponibilidad de semillas y animales orgánicos.
En el caso de las explotaciones mixtas se permitirá la convivencia de convencionales y ecológicas, pero con la condición de que ambas estén claramente separadas.
A partir de ahora, para su aprobación formal, deberá pasar en julio, ya bajo Presidencia de Estonia, por Comité Especial de Agricultura (CEA), Comisión Europea, Parlamento y Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.
En estos encuentros, han explicado fuentes del sector, se revisará el texto desde un punto de vista legal para eliminar erratas e incongruencias; se traducirá a todos los idiomas comunitarios y se fijará la entrada en vigor del reglamento (previsto para 2020).
Tras esta aprobación formal del texto base se continuarán los trabajos para los actos de implementación (Consejo Europeo) y los actos delegados (Comisión Europea).
