El comisario de Agricultura de la UE, Phil Hogan, visita una granja en Kourellas, Grecia, en una imagen de archivo. (Foto: Comisión Europea)

El comisario de Agricultura de la UE, Phil Hogan, visita una granja en Kourellas, Grecia, en una imagen de archivo. (Foto: Comisión Europea)

AGRICULTURA GRECIA

El consumidor de Grecia sigue pagando la factura de una agricultura debilitada

Publicado por: Por Sarantis Michalopoulos (EA.com) y Fernando Heller (@EuroEFE) 25 de abril de 2017

El limitado papel de las cooperativas y el aumento de precios de los insumos diezma la renta de los agricultores griegos. Además, de elevan los precios al consumidor heleno.

El limitado papel de las cooperativas en la cadena de suministro alimentario junto con el creciente aumento de precios de los insumos ha puesto contra las cuerdas a la renta de los agricultores y ganaderos griegos, además de elevar excesivamente los precios del, ya muy sufrido, consumidor heleno, según se cuenta en este reportaje de EURACTIV, socio de EFE.

El coste de los insumos en Grecia aumenta en exceso, en comparación con el valor de producción. En total, los agricultores helenos se gastaron cerca de 5.100 millones de euros en insumos, sólo para poder producir.  

Confrontados con una crisis económica sin precedentes desde 2008, los consumidores griegos han sufrido una caída drástica de su poder adquisitivo, y el margen de paciencia en cuestión de precios es mínimo, por no decir nulo.

Al comienzo de la crisis en 2008, el 11,2% de ciudadanos griegos había sufrido una fuerte disminución en sus productos de consumo básico, pero, siete años después, ese guarismo alcanzó el 22,2%. Según los últimos datos de la agencia estadística de la Unión Europea (UE) Eurostat, Grecia es el tercer socio más pobre del bloque comunitario, seguida de Bulgaria (34,2%) y Rumanía (22,7%).

No obstante, los precios de los alimentos no han seguido la misma tendencia: debido a distintos factores, que van desde los elevados costes de los insumos agrícolas hasta la debilidad de las cooperativas, el precio final de los productos ha aumentado notablemente.

Energía y alimentos para los animales, los talones de Aquiles

Giannis Tsiforos, experto agroalimentario de Gaia Epixeirein, una empresa consultora que aglutina a agricultores, al sector de la tecnología, y a la banca, explicó a EURACTIV.com que sumadas energía y gasto en alimentación de los animales, la factura total supone el 60% del coste de los insumos de los agricultores helenos.

“Lamentablemente, en Grecia tenemos el precio del diésel más elevado de toda la UE. En 2015 se eliminó la reintroducción del impuesto especial al gasóleo para los agricultores, en el contexto del programa de rescate”, aseguró Tsiforos, al tiempo que añadió que los costes de la energía seguirán siendo elevados, a pesar de la caída en el precio internacional del barril de petróleo.

En relación con los precios de los piensos y alimentos para animales en general, el experto griego subrayó que sobre todo provienen de proteaginosas importadas, especialmente la soja. “No hemos sido capaces de utilizar nuestros propios cultivos de proteaginosas para satisfacer la demanda de importaciones, y por eso el coste de los piensos sigue siendo elevado”, explicó Tsiforos.

Un monopolio del mercado en manos de unos pocos

El director general de la Asociación de Cooperativas Agrícolas de Thesprotia, Vassilis Parolas, opina igual. En relación con los fertilizantes, Parolas subrayó que el comercio se ha concentrado en unas pocas empresas que prácticamente monopolizan el mercado.

“Se podría asegurar que funciona como un cartel al nivel de costes de producción. Somos en torno a un 60 u 80% más caros que Italia por lo que respecta a los fertilizantes”, explicó Parolas, al tiempo que agregó que lo mismo ocurre con los pesticidas.

“Respecto a los pesticidas, las mismas multinacionales venden a precios distintos en Italia y en Grecia, y transfieren un índice de beneficio a los países que tienen impuestos más bajos”, agregó.

El coste de las medicinas para animales es diez veces más elevado en comparación con las vecinas Bulgaria o Turquía, indicó el experto.

Posición fuerte de mayoristas e intermediarios

“Todos los agricultores del norte de Grecia se desplazan a Turquía para comprar fármacos para animales, exactamente los mismos”, explicó Parolas.

En Grecia, los vendedores mayoristas y los intermediarios ocupan una posición fuerte en la cadena de suministro. En los sectores de frutas y hortalizas, los mayoristas suministran a las cadenas minoristas a una tasa que oscila entre el 45% y el 75%.

Una mujer compra frutas y verduras en un puesto en el centro de Atenas. EFE/Archivo. Orestis Panagiotou
Una mujer compra frutas y verduras en un puesto en el centro de Atenas. EFE/Archivo. Orestis Panagiotou

Según explica Tsiforos, los productores no obtienen más de un 8 % o 10%  de beneficio, mientras que el resto se lo llevan intermediarios y minoristas. Prácticas comerciales anticompetitivas, entre ellas los pagos excesivamente dilatados en el tiempo, complican todavía más la vida a los agricultores. “Los pagos tardíos se realizan casi a 90 o 120 días, lo cual supone más del doble en comparación con otros países de la UE”, se lamenta Tsiforos.

Para que los agricultores y ganaderos puedan cubrir los gastos de producción se ven forzados a pedir préstamos, que, en el mejor de los casos, tienen un tipo de interés del 6%. “Habría que tomar medidas extraordinarias (…) no es posible dejar el mercado totalmente sin control”, agrega Tsiforos.

La fragilidad de las cooperativas

Otro motivo que explica los elevados costes de los insumos, que derivan en el aumento del precio final de los alimentos, es el papel limitado que tienen las cooperativas en Grecia.

En ese sentido, Parolas agregó que el nivel de participación de las cooperativas en la cadena de suministro de los alimentos es muy baja.

“Hubo un proceso bien coordinado, de un viejo y anacrónico marco de cooperativas, que, a la postre, hizo que perdieran su valor”, explicó Parolas, al tiempo que agregó que las cooperativas griegas de mayor tamaño fueron privatizadas, y que no hubo posibilidad de asignar y coordinar la actividad productora de Grecia a consecuencia de ello.

La producción de las cooperativas supone en la actualidad el 11% del total de la producción agrícola helena. Esta baja tasa ha ampliado la distancia entre el productor y el consumidor final, lo cual ha dado pie a que otros “intermediarios” se hicieran con el control del mercado y de determinados sectores de la producción agrícola.

Controlar mejor la cadena de producción

“Esto hace daño tanto a los productores como al precio final del producto”, se lamentó Parolas. En ese sentido, citó el ejemplo de la asociación de cooperativas agrícolas para los cereales, legumbres y alimentación animal (KYPE), que cerró sus puertas en 1992.

“Todas las cooperativas griegas que producían cereales los canalizaban a través de la KYPE, y después se llevaba a cabo la distribución”, explicó.

En un esfuerzo por reducir los elevados costes de producción en Grecia, está en marcha la creación de una empresa específica a escala nacional, que incluirá a socios “saneados”. “Al incrementar el volumen de la demanda de materias primas e insumos, reforzamos nuestro poder de negociación en la cadena alimentaria”, agregó.

No obstante, lamentó la situación en torno a los precios: “podemos reducir (el precio) de los fertilizantes en un 10%, de los pesticidas y semillas en más de un 20%. Con esos costes no hay competencia, y todos los costes se repercuten al consumidor”, se lamentó.

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Secciones : Agricultura