La diseñadora Amaya Arzuaga ha subrayado la importancia que concede a los vinos, puesto que “no se puede entender una gastronomía de calidad sin un gran vino”.
“La cocina francesa e italiana, junto con la española, son tres de las cocinas más influyentes y de los tres mayores productores de vino a nivel mundial”, destaca a Efeagro la diseñadora, que procede de una familia con reputación vitivinícola, Bodegas Arzuaga-Navarro, de Quintanilla de Onésimo (Valladolid).
Asimismo, firma el diseño de uno de los vinos de la bodega castellano-leonesa, el “Amaya Arzuaga”. “Para mí, el vino es un placer para compartir. Los mejores momentos de mi vida siempre los he celebrado con vino y de una forma u otra siempre está presente en mi trabajo”; además, son “un complemento ideal para la comida, ya que potencia los buenos sabores de los platos”, añade.
Preguntada sobre el “relevo generacional” en el consumo de este producto, uno de los problemas del sector en España por la baja demanda, la diseñadora ha apuntado que “la gente joven es la más inquieta y la más abierta a conocer nuevos vinos; en ciudades como Londres o Nueva York se puede ver a gente de todas las edades disfrutando de una copa de vino”.
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