Los 26 países que integran la Comisión Pesquera del Pacífico Central y Occidental (WCPFC) no logró el consenso necesario para restringir la pesca del atún rojo joven y aplicar las medidas necesarias para la recuperación del Thunnus orientalis.
La Comisión Pesquera del Pacífico Central y Occidental (WCPFC) no ha logrado cerrar un acuerdo para restringir la pesca del atún rojo joven, una medida destinada a facilitar la recuperación de esta especie cuyos stocks se encuentran en niveles mínimos.
Los 26 países miembros de este organismo no pudieron alcanzar una postura común para la aplicación de límites a las capturas, en la reunión celebrada en la ciudad nipona de Fukuoka (sudoeste) la pasada semana y que finalizó el viernes, día 2.
La falta de consenso impide tomar medidas de emergencia para la recuperación de la especie a finales de este año y se pospone hasta 2017
El objetivo de las discusiones era cerrar un acuerdo formal para aplicar “medidas de emergencia” para facilitar la recuperación de la especie a finales de año, tal y como se acordó en 2015, pero la falta de consenso hace que esta posible medida se posponga hasta 2017.
El atún rojo del Pacífico en niveles mínimos desde 2012
Un grupo de países encabezado por Japón había propuesto introducir un límite de capturas durante dos años para los ejemplares jóvenes, debido a que los stocks de la especie se situaron en niveles mínimos desde 2012, según dijeron fuentes del Ejecutivo a la agencia local Kyodo.
No obstante, otros países como Estados Unidos se opusieron a imponer restricciones por el momento, según las mismas fuentes.
Japón propuso limitar las capturas durante dos año para los ejemplares jóvenes, mientras que Estados Unidos se opuso, de momento, a imponer restricciones
La mayoría de las capturas de atún rojo en el Pacífico (Thunnus orientalis) se venden en Japón y constituyen uno de los ingredientes más apreciados del “sushi”, por lo que Tokio decidió tomar la iniciativa para garantizar el control de la sobrepesca de esta especie.

En los últimos años, una alianza de organizaciones medioambientales de todo el mundo ha urgido a poner en marcha restricciones de las capturas e incluso a declarar al atún rojo como especie en peligro de extinción, puesto que la cantidad de ejemplares vivos se sitúa actualmente por debajo del 3 por ciento de su nivel histórico.
El 97 por ciento de los atunes rojos capturados en el Pacífico son menores de un año y por lo tanto no pueden reproducirse, lo que supone una seria amenaza para el futuro de la especie, según WWF, organización que forma parte de dicha alianza.