DIA ha dejado de cotizar en el IBEX 35 después de seis años y medio en el principal selectivo español tras el desplome bursátil sufrido desde mediados de octubre por una crisis en la que todavía sigue inmersa la compañía
La cadena de supermercados vive uno de los momentos más delicados de su historia, que arrancó en 1979 con la apertura de su primer establecimiento.
La empresa se estrenó en bolsa en julio de 2011 y seis meses después pasó al IBEX 35, donde comenzó a cotizar en el entorno de los 3,5 euros.
El pasado viernes dijo adiós al índice en los 38 céntimos, reflejo de una devaluación acelerada que contrasta con los 7,5 euros a los que llegó a cotizar en sus mejores momentos en el parqué, en abril de 2015.
La caída en picado de su valor durante los últimos dos meses ha provocado su salida del selectivo, con su acción sometida a una intensa presión por las dudas que existen sobre la compañía:
1- Problemas de liquidez
Las agencias de calificación de riesgo Moody’s y Standard & Poor’s han puesto el acento en los problemas de liquidez de la compañía a corto plazo como factor más acuciante al que se enfrenta DIA.
De hecho, fuentes del mercado apuntan como medida más urgente para los responsables de la cadena el conseguir 200 millones de euros en líneas de crédito a proveedores.
2- Refinanciación de la deuda
La empresa lleva semanas negociando con la banca acreedora una refinanciación de su deuda que le permita aplazar vencimientos más allá de 2019.
De hecho, una de las claves para DIA es que evitar tener que devolver el préstamo sindicado por 525 millones de euros que le fue concedido por doce entidades financieras. Para lograrlo, debe impedir que su deuda a cierre de 2018 supere en 3,5 veces su Ebitda.
3- Ampliación de capital en el horizonte
El grupo ya estudia una ampliación de capital y ha informado al mercado que ha llegado a un acuerdo con Morgan Stanley para que le garantice 600 millones de euros en una operación de este tipo.
4- Ruptura entre el consejo y Fridman
El magnate ruso Mijaíl Fridman, máximo accionista de DIA con el 29 % de los títulos a través de la sociedad LetterOne, decidió retirar a los tres representantes con los que contaba en el consejo de administración de la cadena, reflejo de sus desavenencias con el equipo directivo de la firma.
Fridman no está de acuerdo con el rumbo que plantean los actuales gestores de la cadena -con su consejero delegado, Antonio Coto, a la cabeza-, lo que genera dudas sobre cuáles serán sus siguientes pasos.

5- ¿Y la opa?
Con el 29 % de los títulos, Fridman se sitúa a sólo un punto de estar teóricamente obligado a lanzar una opa por la empresa. Los analistas apuntaban a principios de 2019 como fecha más probable, aunque las divergencias con la cúpula de DIA arroja más incertidumbre sobre los planes del multimillonario ruso.
6- Venta de activos y nuevo plan estratégico
Los responsables de la firma ya preparan un nuevo plan estratégico del que, por el momento, apenas se conocen las líneas maestras.
No obstante, ya se sabe que éste incluye la venta de la enseña Max Descuento, mientras se analiza la opción de desprenderse también de Clarel, que cuenta con una red de más de un millar de tiendas en la Península Ibérica.
7- Pérdida de cuota frente a Mercadona y Lidl
En términos de negocio puro y duro, DIA es la cadena que más cae en ventas en España, según se desprende de los datos de la consultora Kantar Worldpanel. Sigue en tercera posición con un 7,4 % de cuota -ocho décimas menos que hace un año-, lejos del 25 % de Mercadona y por detrás del 8,2 % de Carrefour.
La política de bajos precios de la enseña valenciana y Lidl ha hecho debilitado a DIA, que tuvo que reducir márgenes para poder seguir compitiendo.
8- Fin del acuerdo con Eroski
Precisamente, uno de los factores que le han complicado mantener su política de precios bajos ha sido la ruptura por parte de Eroski del acuerdo que tenían para comprar de forma conjunta a grandes proveedores con el objetivo de reducir costes.
9- Dificultades en Argentina y Brasil
La cadena tiene actividad en Argentina, donde se ha visto afectado por la crisis cambiaria, y Brasil, donde las huelgas también impactaron en su cifra de negocio.

10- Peores previsiones y remodelación de la cúpula
La debacle en bolsa de la empresa arrancó con el empeoramiento de sus previsiones económicas para 2018 y el anuncio de “ajustes” en sus cuentas de 2017.
Precisamente estos últimos “ajustes” arrojaron dudas sobre el trabajo realizado por el antiguo equipo gestor comandado por Ricardo Currás, del que prácticamente ya no queda nadie.