Muchos dicen que el siglo XX comenzó en 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Este año se cumple el primer centenario de esta contienda que cambió el mundo. Los países europeos escenarios reviven esta guerra y rinden homenaje a sus combatientes. La historia reciente se convierte así en una excusa perfecta para conocer algunos rincones de Europa.
Si hay un territorio que ha sufrido durante décadas las idas y venidas de los ejércitos europeos ha sido el Norte de Francia, una zona estratégica por su desarrollo económico. Con motivo del Centenario, en esta comarca se ha emprendido un amplio programa para orientar a los turistas para descubrir las huellas de esta guerra.
Una buena oportunidad de rememorar esta etapa histórica de Francia es hacer a pie o en bici los Caminos de la Memoria. Existen cuatro rutas claramente diferenciadas. La primera de ellas, discurre por el frente y cuenta con más de 50 sitios de interés para descubrir, entre necrópolis militares, memoriales o vestigios. La segunda discurre por el territorio de la ocupación alemana inicial. El tercer itinerario está diseñado en torno a la costa, donde se organizó la retaguardia de los ejércitos aliados. Finalmente, se propone una ruta por los pueblos y territorios que han cambiado su fisonomía por completo al ser reconstruidos tras la guerra.
Hay cuatro itinerarios para recorrer los Caminos de la Memoria
Además de en el urbanismo, las consecuencias de la guerra también se dejaron entrever, y mucho, en el arte. Para observar el efecto del desencanto en las creaciones artísticas en el Museo del Louvre Lens se expondrá, a partir de mayo, una muestra temática sobre los desastres de la guerra. También habrá un acto protocolario al máximo nivel, la inauguración del memorial internacional de Notre-Dame-de-Lorette en Ablain-Saint Nazaire. Será el 11 de noviembre y está previsto que el presidente de la República inaugure el anillo de la Paz, un gesto para rendir homenaje a los 600. 000 caídos en la guerra.
La región de Nord-Pas-de Calais es conocida como la “tierra de los museos”, una apodo bien merecido pues alberga 50 museos nacionales. Además de los caminos de la memoria, tienen un paisaje dominado por colinas, playas de afilados acantilados y parques regionales.
El Trentino italiano a través de la memoria
En Italia, la mayoría de los acontecimientos se están centrando en la región de Trentino, una zona del norte del país ubicada entre Austria y Suiza. En esta zona se ha desarrollado un proyecto que recoge desde exposiciones temporales de fotografías a recuperación de espacios. Una buena opción para descubrir esta región italiana es recorrer el sendero de la paz, señalizado desde hace décadas con una paloma amarilla. Se trata de un itinerario de 520 kilómetros a través de caminos forestales, zanjas y trincheras a lo largo de siete tramos. Con motivo del centenario, está previsto una mejorar de la colocación de nuevas señales y la publicación de un libro explicativo.
La campana de la memoria suena cada día a las 21.30 para recordar a los caídos en la guerra
Para los que visiten esta parte de Italia durante estos días, imprescindible la Campana dei Caduti (La campaña de los caídos). Dicen que es la más grande del mundo y, con sus 100 repiques, recuerda cada noche a los fallecidos en todas las guerras y llama a la fraternidad entre los pueblos desde el Castillo de Rovereto. Se construyó con cañones de bronce de las naciones participantes en la Primera Guerra Mundial. En octubre de 1965 viajó a Roma y recibió la bendición del papa Pablo VI. Suena todos los días a las 21.30 horas y los domingos a las 12.00.
Para los que apuesten por esta región de Trentino, tienen en los montes de los Dolomitas una auténtico paraíso natural reconocido por la Unesco y muy visitado en la temporada de esquí. En Trento, donde se celebró el Concilio Ecuménico, brillan con luz propia su catedral de estilo románico lombardo y el Castillo del Buonconsiglio. Tampoco hay que perder de vista los numerosos castillos de la región, como el de Tirolo, el de Roncolo, el de Appiano o el de Beseno.
Los senderistas pueden disfrutar de los picos más altos en el magnífico tramo de la Via Alpina, con caminos y refugios bien equipados. También hay termas para los que busquen el relax en estas vacaciones y, cómo no, una cocina sencilla y exquisita, con la manzana de Val di Non como reina indiscutible.
El corazón de la UE cien años después de una lucha fraticida
En Bélgica se está preparando una serie de eventos para recordar a los europeos, que hoy comparten moneda y muchas políticas, que hace un siglo sus antepasados se mataron por conceptos como la patria o la bandera. Se han organizado tres grandes actos para destacar el papel de la resistencia y la firma del Armisticio de Paz. La programación es en Lieja (4 de agosto de 2014) Ypres (28 de octubre de 2014) y Bruselas (11 de noviembre de 2018) .
La cosmopolita capital belga ha abierto esta semana una exposición en el Museo Real de la Armada y la Historia Militar de Bruselas donde se refleja la situación y la vida cotidiana en la Bélgica ocupada. Para ello, se han reunido objetos reales, testigos y espacios de inmersión. También en Bruselas, el parque Forest tuvo un lugar destacado durante la guerra y ahora se puede descubrir en un tranquilo paseo por sus 36 hectáreas de arboleda de pinos, fresnos y castaños. Del oeste al Norte de las visitas, se pueden divisar 10 campanarios que sirvieron de puestos de observación en la Gran Guerra.
Lejos ya de la ajetreada capital, en Comines-Warneton, existe el denominado Camino del Recuerdo, un itinerario guiado de cinco kilómetros para realizar en torno a unas tres horas a través de varios bosques plagados de anécdotas de las escaramuzas entre las fuerzas británicas y alemanas durante la Primera Guerra Mundial. Muy pensado para el turismo familiar.
El Reino Unido, cultura y tradiciones para recordar a las víctimas
Hasta seis millones de euros ha anunciado el Gobierno británico que gastará en conmemorar esta fecha muchas veces olvidada tras el terror de la Segunda Guerra Mundial. En la agenda de la primavera del Reino Unido se han preparado algunos actos muy interesantes como el Lest we Forget (Para que no olvidemos) del Ballet Nacional en el Barbican o la exposición “De la calle a la trinchera”, en Manchester, una muestra que repasa cómo se vivió la guerra en el noroeste de Inglaterra.
En Londres, donde la mayoría de los museos son gratuitos, se podrá visitar a partir del 19 de junio en la Biblioteca Británica, un muestra para ver cómo se las ingeniaron los londinenses para sobrellevar esta contienda.
Siguendo las huellas de la Primera Guerra Mundial llegamos al condado de Cornualles, al suroeste de Inglaterra. Allí, en “The Lost Gardens of Heligan” (Los Jardines perdidos de Heligan) ya se han comenzado a plantar amapolas, una flor simbólica con la que se recuerda a los caídos, para conmemorar esta fecha. Este rincón de Inglaterra bien merece una parada, especialmente para los amantes del turismo verde. Fue residencia de la familia Tremayne durante 400 años, pero después de la Segunda Guerra Mundial fue abandonada. Ahora está abierta para el disfrute del público en general que puede descubrir sus plataneros, túneles de bambú, caminos ocultos y dormideras.
La región de Cornualles tiene muchas posibilidades para los visitantes, fundamentalmente ligadas al mar, como escuelas de surf y buceo, paseos en barco o el Castillo del Rey Arturo. La región también se ha situado en el mapa gourmet del Reino Unido con chef reconocidos con elaboraciones a base de productos locales. Es también un lugar de contrates, entre los pequeños pueblos pesqueros y las ciudades que fueron protagonistas de la revolución industrial, un pasado que también ha dejado sus huellas.