Mercado de frutas. Foto: Mercamadrid, cedida por la entidad.

Mercado de frutas. Foto: Mercamadrid, cedida por la entidad.

¿Dónde está el problema y cómo atajarlo?

Publicado por: agroformacion 6 de noviembre de 2013

Todos los eslabones de la cadena generan desperdicio de alimentos; durante la cosecha y los procesos posteriores, en la distribución y consumo de alimentos. Un desperdicio que tiene su impacto medioambiental, por ello la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), pide que si no es posible su reutilización se recicle y recupere.

El 54% de desperdicio de alimentos en el mundo se produce en las etapas iniciales de la producción, manipulación y almacenamiento post-cosecha, según el estudio de la FAO.

El 46% restante ocurre en las etapas de procesamiento, distribución y consumo de los alimentos.

En el caso de los países en desarrollo, las mayores pérdidas de alimentos se producen durante la producción agrícola, mientras que el desperdicio a nivel de venta minorista y del consumidor tiende a ser mayor en las regiones de ingresos medios y altos.

Los países en desarrollo, donde más pérdidas se producen durante la producción agrícola

Según la FAO,  el desperdicio de cereales en Asia es un problema importante, con un gran impacto en las emisiones de carbono y el uso del agua y el suelo.

Despilfarro de carne en países con ingresos elevados

Mientras que, aunque el volumen de desperdicio de carne en el mundo es relativamente bajo, el 80% del total de despilfarro de carne se produce en los países de ingresos elevados (responsables de cerca del 67%) y Latinoamérica,

El desperdicio de fruta y hortalizas contribuye de manera significativa al despilfarro de agua en Asia, Europa y Latinoamérica.

La FAO recomienda así “un mayor esfuerzo para equilibrar la producción con la demanda significaría no utilizar recursos naturales para producir alimentos que no sean necesarios”.

Reutilizarlos en la cadena alimentaria

Y que en el caso de un excedente de alimentos puedan ser “reutilización dentro de la cadena alimentaria humana, se busquen mercados secundarios o se donen a los miembros vulnerables de la sociedad“.

“Si los alimentos no son aptos para el consumo humano, la siguiente mejor opción es desviarlos para alimentar al ganado, conservando recursos que de otra forma serían utilizados para producir pienso comercial”.

Si no es posible reutilizar, mejor reciclar que tirar

Cuando no es posible la reutilización, aconseja la FAO, “debe intentarse el reciclaje y la recuperación: el reciclaje de subproductos, la digestión anaeróbica, el compostaje y la incineración con recuperación de energía permiten recuperar energía y nutrientes de los residuos de alimentos, lo que representa una ventaja significativa sobre el tirarlos en los vertederos”.

Los alimentos no consumidos que terminan pudriéndose en los vertederos son un gran productor de metano, gas de efecto invernadero especialmente perjudicial, advierte el informe de la FAO.

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