La observación de aves es uno de los segmentos de turismo natural que están adquiriendo más auge. La Reserva de la Biosfera de las Tierras del Ebro es todo un paraíso para los viajeros “pajareros”, esos que recorren kilómetros y kilómetros con sus prismáticos y sus teleobjetivos para descubrir a los habitantes voladores de bosques y humedales.
Es uno de los paraísos ornitológicos de Cataluña y de España al tratarse de una de las principales zonas húmedas del Mediterráneo occidental. Su variedad biológica responde a a la confluencia del ecosistema acuático marino, fluvial y subterráneo.
En el Parque Natural del Delta el viajero encuentra las instalaciones y servicios idóneos para conocer la avifauna, con miradores señalizados e informativos. También pueden ser de interés para el viajero naturista el Ecomuseo de Deltebre o la Casa de Fusta, centro de información y museo orniológico. La reserva natural de Riet Vell se lleva un programa de investigación, conservación, difusión y educación ambiental con la organización SEO / Bird Life.
En las Tierras del Ebro encuentra la colonia de cría de gaviota de Audouin más grande del mundo o la segunda colonia más grande de la península ibérica de flamencos y moritos comunes. Otras especies, el avetorillo común, la garza imperial, la buscarla unicolor o el carrecín real. Todo un paraíso para los fanáticos del avistamiento de estos animales.
Durante todo el año el Delta del Ebro acoge una gran variedad de aves. En verano y primavera, se puede observar la nidificación de muchas especies migratorias. A finales del otoño, llegan aves que ivernan aquí y que forman importantes concentraciones.
¿Dónde alojarse?
En SEO Bird Life recomiendan una serie de alojamientos en los que encontrar a profesionales comprometidos con la protección de la avifauna. En el caso del Delta del Ebro se trata del hotel Port, situado en San Carlos de la Rápita, un pueblo marinero y con gran vocación turística. Para todos aquellos que buscan el pleno contacto con la naturaleza, el camping L’Aube, en plena desembocadura el río Ebro, tiene más de 120.000 metros cuadrados dedicados al descanso y al ocio. Entre la actividades que se pueden realizar, la pesca, un paseo en barco por la desembocadura, paseos en piragua, canoa o barca, o actividades por tierra como: excursiones en quad, en bici, a caballo o a pie.