Instalaciones de una industria alimentaria. Efeagro/Monbake

CORONAVIRUS INDUSTRIA

El cierre de la hostelería ya afecta a la industria alimentaria en forma de ERTE

Publicado por: EFEAGRO/Oscar Tomasi 9 de abril de 2020

La decisión de cerrar las puertas de la hostelería afecta no sólo al negocio de bares y restaurantes y tiene consecuencias en otros sectores de forma indirecta, como es el caso de la industria alimentaria y de bebidas, en la que ya se registran incluso varios Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Desde hace años, los fabricantes de alimentos de mayor tamaño suelen contar con una unidad específica destinada al negocio horeca, canal que normalmente presenta mayores márgenes de rentabilidad y por el que han reforzado su apuesta con el lanzamiento de productos específicos y una red comercial y de distribución propia.

En el caso de las bebidas, las ventas a bares y restaurantes han sido siempre una parte fundamental de su actividad, en muchos casos incluso mayoritaria.

Por el momento los ERTE son casos puntuales en comparación con el elevado número de empresas que compone el sector, aunque fuentes sindicales ya prevén que este tipo de expedientes -sin llegar a ser masivos, vinculados a razones productivas y no de fuerza mayor- caigan "como lluvia fina" durante las próximas semanas.

No se descartan más expedientes

De hecho, diferentes empresas admiten también bajo condición de anonimato a Efeagro que la opción de optar por un ERTE está encima de la mesa, a la espera de conocer cuánto tiempo pasará hasta que la hostelería reanude su actividad.

La vinculación más estrecha se encuentra en el ámbito de los espirituosos, muy dependientes del ocio (especialmente el nocturno), desde donde reclaman medidas específicas de ayuda tras perder cerca de un 70 % de sus ingresos como consecuencia de las medidas aprobadas para contener al coronavirus.

Un barman prepara un cóctel. Efeagro/Luis Eduardo Noriega

Entre las afectadas se encuentran Freixenet (110 personas incluidas en el expediente) o la multinacional Pernod Ricard, dueña de las marcas Ballantine's, Chivas, Jameson, Beefeater, Havana o Ruavieja, que esta misma semana se ha sentado a negociar un ERTE con los sindicatos

"Aunque aumenten las ventas en el canal supermercado, nunca va a compensar el volumen perdido en hostelería, que es más de la mitad de nuestro negocio", ha precisado a Efeagro un portavoz de la firma, con más de medio millar de empleados en España y que ya nota una caída "drástica" de su negocio.

Diferentes sectores implicados

Similar situación afronta la industria cervecera, para la que el canal de la hostelería generaba el 80 % de sus ventas en valor; entre las "grandes" firmas del sector, Damm ha aprobado ya un ERTE que afectará a unas 443 personas.

Portavoces sindicales revelan también conversaciones en este mismo sentido con el grupo Vichy (Premium Mix Group), la cervecera Ámbar (Ágora) o la fabricante de embutidos Argal.

La fabricante de helados Froneri (participada por Nestlé), la compañía de productos de pescado Leroy Processing (de origen noruego y que trabaja como proveedora de Mercadona) y la proveedora de hamburguesas Osi Food (que trabaja para McDonald's) han pasado por procesos similares, según estas mismas fuentes.

A la lista también suman la cárnica Friter, las bodegas Caballero y Domingo del Palacio, especializada en ibérico.

Cerrados además están ya los ERTE de los dos "gigantes" del sector de masas congeladas en panadería y bollería, Monbake y Europastry, con líneas de negocio destinadas a la hostelería y el catering.

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Cajas vacías de Coca-Cola. Efeagro/cedida por CCEP

Coca-Cola lo echó para atrás

Un caso llamativo ha sido el de Coca-Cola European Partners (CCEP), la embotelladora de la multinacional estadounidense y que decidió retirar a principios de esta semana el ERTE que ya se había sentado a negociar con los sindicatos.

La compañía de refrescos -otra categoría estrechamente ligada a la hostelería- ya informó al mercado dada su condición de cotizada de que los efectos de la COVID-19 comienzan a percibirse en su cuenta de resultados, por lo que ha comenzado a reducir su inversión en áreas como marketing y las promociones.

La obligación de bajar la persiana de bares y restaurantes -cuya actividad se ha paralizado con la única excepción del servicio a domicilio- ha provocado un alud de ERTE en el sector, con miles de afectados entre los grandes grupos de comida rápida, un movimiento con repercusiones en toda la cadena y cuyas consecuencias finales dependerán del tiempo que dure el estado de alarma.

Secciones : Empresas

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