El sector de gran consumo ha detectado que el número de hurtos en sus establecimientos cayó en el primer semestre del año un 44 %, un fenómeno que asocia a la bajada de la actividad comercial y las restricciones a la movilidad provocadas por la pandemia.
Así lo ha explicado este martes el director de cadena de suministro de la patronal del sector Aecoc, Alejandro Sánchez, quien ha participado en el congreso anual que organiza la entidad sobre prevención de la pérdida y robos.
Sánchez ha advertido de que este fuerte descenso de la actividad delictiva en los comercios es una cuestión apenas coyuntural, por lo que sigue siendo necesario “proteger” a las empresas ante el elevado índice de “reincidencia”.
“El hurto está profesionalizado, y con la nueva normalidad podemos esperar que se produzca un importante crecimiento, especialmente por la desaparición del turismo, que hará que estos delitos se produzcan donde hay actividad, como en el comercio“, ha augurado el responsable de Aecoc, quien ha asegurado que ese repunte ya se nota en las últimas semanas en tiendas de ferretería y bricolaje.
Más de 1.800 millones de pérdidas
Ha recordado que la pérdida desconocida -donde se incluyen los hurtos- representa un 0,8 % de las ventas totales de los comercios españoles, lo que supone un impacto de 1.800 millones de euros anuales para las empresas.

“Es una amenaza a la productividad, a la capacidad de inversión y a la viabilidad de muchas de nuestras empresas“, ha recalcado Sánchez, quien ha abogado por que el Código Penal se ajuste para castigar la reincidencia en los casos de hurto, ya que la pena de cárcel introducida en 2015 fue anulada en 2017 por el Supremo.
Desde la patronal han apuntado que también es necesario reforzar los protocolos de seguridad en la compra “online”, más todavía en un año en el que el comercio electrónico se ha disparado en un contexto de crisis sanitaria.
Detención “in situ”
La jornada, que ha contado con la participación de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también ha tratado la puesta en marcha de un nuevo protocolo que permite a los establecimientos gestionar denuncias telemáticas en caso de sorprender al delincuente durante el hurto y poder retenerlo en el local para agilizar el proceso de citación para un juicio rápido.
Además, se han divulgado los resultados de un estudio realizado en España que revela que el 82 % de los compradores considera efectivos los dispositivos electrónicos para evitar el hurto, aunque más de la mitad (56 %) reconoce haber pasado alguna vez un mal momento al saltar la alarma sin la etiqueta antirrobo desactivada.
En esta misma línea, tres de cada diez admiten que han dejado de comprar algún producto que les interesaba por estar protegido con una “vitrina de protección”, lo que exige la intervención de un empleado para sacarlo y poder adquirirlo.