Imagen de archivo de Alfonso Jiménez , gerente de la empresa Cascajares. EFE/Brágimo

INCENDIO CASCAJARES

De la peseta al euro, tres décadas de un sueño reducido a cenizas

Publicado por: EFEAGRO 26 de enero de 2023

Dos amigos, Alfonso Jiménez-Rodríguez Vila y Francisco Iglesias, crearon en 1994 la empresa Cascajares cuando apenas habían cumplido los veinte años edad y con un capital inicial de 160.000 pesetas que les costó no poco trabajo reunir tras convencer a las familias de la viabilidad de su proyecto.

Lo que en principio parecía un sueño, una utopía según los círculos más cercanos de ambos jóvenes, se convirtió muy pronto en un proyecto dedicado a la transformación, envasado y venta de productos agrolimentarios.
Desde los comienzos el capón ha sido el producto estrella, sello de esta firma que desde Valladolid y Dueñas (Palencia) se extendió por toda España e incluso ha abordado el mercado de Canadá y Estados Unidos con la planta que abrieron en Quebec durante 2011.
Muy poco tiempo duró la etapa de las naves alquiladas y de las empresas subcontratadas para el etiquetado de los productos debido a la buena aceptación de un producto de calidad, bien conservado y con una adecuada distribución.

Captura de la web de Cascajares. Efeagro/

Las ventas se dispararon y con 30 millones de pesetas trasladaron la empresa desde Valladolid hasta el polígono industrial de Villamuriel de Cerrato (Palencia), con la misma proyección exponencial de ventas y crecimiento que obligaron a un nuevo y definitivo y traslado hasta Dueñas (Palencia), donde esta madrugada un incendio ha reducido a cenizas las instalaciones donde trabajaban 75 personas en diferentes turnos.
De aquel capón entero y enlatado, referente de la firma, Cascajares amplió su despensa con las crestas de gallo confitadas en grasa de pato, con la pularda, el cordero, el pavo y el cochinillo para abastecer las mesas de hogares y restaurantes, principalmente en la época navideña durante la cual solían recabar la cuarta parte de una facturación anual estimada entre 10 y 12 millones de euros.

Desde 2001, cada diciembre y en el Hotel Palace, Cascajares se asomaba al mundo mediático y social con sus tradicionales subastas de capones vivos cuya recaudación, a través de la fundación que lleva el nombre de la empresa, han donado sucesivamente a entidades y asociaciones benéficas, y creado becas para favorecer la integración social y laboral de personas con discapacidad.

Otros hitos de Cascajares han sido la presencia de sus productos en la boda de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz (2004), la progresiva apertura desde 2007 de plantas de distribución en numerosas comunidades autónomas y, ya en 2011, la de una en Quebec (Canadá) para penetrar también el mercado de Estados Unidos, con una treintena de empleados en la actualidad.