La industria alimentaria prevé que el incremento de los precios de los alimentos, que ha alcanzado cifras históricas en los dos últimos ejercicios, se siga moderando, en línea con lo ocurrido en los pasados meses, salvo que aparezcan nuevas "cuestiones coyunturales".
Así lo ha señalado a preguntas de los periodistas el director general de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, tras presentar en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el informe económico del sector en 2023.
García de Quevedo ha señalado al contexto inflacionario, la inestabilidad global y los efectos del clima como los responsables de la reducción del 2,6 % de la producción, hasta los 162.459 millones de euros, una cifra que "preocupa", aunque el sector siga siendo el primero de la industria manufacturera.
La exportación, otro de los baluartes de la industria de la alimentación y bebidas, ha continuado su tendencia al alza hasta los 47.620 millones de euros, lo que supone una subida del 3,4 %, que García de Quevedo ha calificado de "aceptable", pese a estar "muy lejos del crecimiento a dos dígitos de los últimos quince años".
La industria alimentaria, con un peso total del 2,33 % nacional, sigue enfocada en la concentración de compañías que ayude a ser "algo más fuertes", si bien siguen siendo fundamentalmente pymes, ha indicado.
Precisamente esta realidad ha estado en la raíz, según la federación, de que no se hayan aprovechado todos los fondos del primer Perte agroalimetario -de 510 millones sólo se han utilizado 183-; por ello, han reclamado de cara al segundo poder usar el remanente, una simplificación de los procesos y más flexibilidad.
Otra de las peticiones en las que ha insistido ha sido relativa a poder usar agua reutilizada en la industria alimentaria, con todas las garantías, una medida especialmente útil en un contexto de sequía que ha afectado directamente a empresas.
