La estética y las formas de la popular Betty Boop regresan en estas fechas para dar un toque de sofisticación e iluminar el rostro.
El maquillaje de Navidad de este año estará marcado por la alegría de los dorados y el rojo en toda su gama, con lo que se recupera la tendencia de los años 40 y 50 en los que el prototipo de mujer se escribía con letras de dibujo animado.
Para el maquillador de Lancôme Roberto Siguero estas serán unas Navidades “de color que recuperan el glamour de los 40, con sus dorados oscuros, brillantes y mates. Mientras que las pestañas serán las protagonistas de la mirada”. Una pestaña que habrá que trabajar con mucha máscara y desde la raíz, subraya.
Pestañas trabajadas con mucha máscara y desde la raíz
El rojo a pie de calle y sombras ahumadas
Aunque Siguero recuerda que un maquillaje de fiesta no requiere mucho más tiempo que el utilizado para un día habitual, tan solo el cambio de la paleta de colores.
Estas fiestas recuperan el rojo en los labios en toda su gama, un color que, como apunta Siguero, ha estado tradicionalmente muy reservado para los desfiles de moda, pero que ahora “se verá también a pie de calle”.
Si el dorado dará luminosidad al fundirse con la piel, serán los labios los que aporten el color al rostro. En los ojos destacan las sombras ahumadas cuya disposición en todo el párpado harán más fácil su aplicación.
Un resultado sensual
Todo ello dará como resultado un maquillaje muy sensual y que aportará luminosidad en el rostro, subraya Siguero, quien ha sido Brocha de Oro 2011 como mejor maquillador internacional.
Siguero, licenciado en Bellas Artes en la especialidad de restauración y escultura, también ha trabajado como diseñador de vestuario y maquillaje escénico para cine, televisión, teatro y ópera. Una formación que, considera, le ha ayudado a adquirir el dominio que posee sobre el color y el volumen.