La pareja de viticultores catalanes Sara Pérez y René Barbier acaba de ser reconocida con el galardón de la Cámara de Empresarios Hispano-Austríaca por su labor
Que el vino vuelva a ser entendido como un alimento y pierda el aura de esnobismo de que se ha rodeado en los últimos años es el deseo de la pareja de viticultores catalanes Sara Pérez y René Barbier, cuya labor acaba de ser reconocida con un galardón de la Cámara de Empresarios Hispano-Austríaca (Cehaus).
Barbier y Pérez, hijos de dos de los pioneros que en la década de 1980 comenzaron a colocar el Priorat (Cataluña) entre las principales regiones vinícolas del mundo, reconocieron que siguen esas huellas pero reinventando una tradición cuya capacidad de crecimiento parece no tener límite.
"Depende de la ilusión, y nosotros tenemos muchísima ilusión y pasión. Intentamos no hacer muchas cosas, centrarnos. Pero siempre sale alguna ilusión nueva. El margen será todas las ganas que tengamos de hacer cosas", explicó Barbier a Efe durante la ceremonia de entrega celebra anoche en Viena.
Una calidad que crece "muchísimo"
Aunque el Premio a la Innovación y Creatividad fue concedido oficialmente a Barbier, él mismo lo extendió a su esposa, reconocida internacionalmente como una de la mejores enólogas de España y con la que comparte responsabilidad en varias bodegas.
Pérez recordó que la calidad de los vinos españoles ha crecido muchísimo en las dos últimas décadas y logrado su reconocimiento en los mercados internacionales, aunque matizó que en el mercado nacional aún hay cosas por hacer.