El verano es el tiempo propicio para la coctelería pero también para las cervezas, los bármanes lo saben y echan mano de la clásica bebida de cebada para preparar combinados que puedan disputarle la hegemonía en bares y terrazas.
Así lo cuenta a Efeagro el presidente de la Federación de Asociaciones de Barmans Españoles (FABE), Juan Carlos Muñoz, quien ve en esta fórmula la manera de ofrecer a los amantes de la cerveza una forma “mucho más glamurosa” de consumir esta bebida a través de la coctelería.
“Nosotros en verano nos damos cuenta de que la gente consume más cerveza y cuando no puedes con tu enemigo lo que tienes que hacer es ayudarte de lo que él hace, y entonces hacemos cócteles con cerveza”, explica Muñoz, quien es también propietario de la empresa Wine Cocktail Masters.
Entre las combinaciones posibles, Muñoz reseña un combinado de cerveza “con un toque generoso” de vino dulce Pedro Ximénez y zumo de lima.
Otra opción que aconseja es la de elaborar mojitos con cerveza negra y moras.
“Llevamos haciendo esto como unos cuatro o cinco años, antes de la pandemia, y la verdad que funciona muy bien y tiene buena acogida”, expresa el barman.
Otra bebida que tiene una fuerte entidad por sí misma como el vino se convierte en verano en una gran aliada de la coctelería, con clásicos como las sangrías o los tintos de verano, cuya aparente simplicidad no impide que pueda presentarse en combinaciones novedosas, defiende Muñoz.
“Hacemos tintos de verano en capas, por ejemplo de dos colores, que se quede el vino abajo y la gaseosa arriba, en color rojo y blanco, y encima le ponemos unas frutas naturales como cerezas, fruta tropical, fresas, piñas, mangos… Eso con los vinos va muy bien y haces un tinto de verano diferente”, comenta el experto.
La época estival es también el momento de hacer combinaciones con el vino rosado, “que funciona muy bien mezclado con un jarabe de fresas naturales y unas grosellas en la copa”, según Muñoz.
Los vinos blancos también encuentran su lugar, por ejemplo en mojitos con verdejos de Rueda, destaca el barman.

Algo “superimportante” en todas estas presentaciones es que la temperatura sea fría, “siempre por debajo de los cuatro grados”, explica Muñoz, y en el caso de los combinados con vino que no lleven hielo.
“El vino y el hielo se llevan fatal. Entonces, siempre los vinos a temperaturas frías y el hielo solo se utiliza antes de servir, pero nunca en contacto con el vino”, enfatiza.
Más fríos aún se sirven los cócteles clásicos del verano, entre uno y dos grados de temperatura, que se presentan granizados o con hielo picado, continúa Muñoz.
Entran en este grupo las margaritas, los mojitos o el Moscow Mule, que son los cócteles más demandados en esta época del año, concluye el barman.