Las familias Benjamin de Rothschild y Álvarez -accionistas de bodegas en Burdeos y propietarios de Vega Sicilia, respectivamente-, tras concluir recientemente las obras de su nueva bodega en Samaniego (Rioja Alavesa), elaborarán allí la cosecha de este año, que saldrá a la venta a partir de 2020.
La nueva bodega fruto de la alianza Rothschild-Vega Sicilia, que ha movilizado una inversión de 22 millones de euros, permitirá mejorar la calidad de sus vinos -Macán y Macán Clásico-, obtener una mejor expresión de todas sus parcelas y aumentar la producción hasta las 350.000 botellas, siempre en función de las cosechas y del control de calidad.
De la citada inversión, 16,5 millones han sido destinados a la ejecución de la obra y 5,5 millones, al proceso industrial y la tecnología para garantizar la calidad de los vinos, han precisado.
A las naves de elaboración, envejecimiento y expedición llegarán las uvas procedentes de 100 hectáreas compradas hace doce años y repartidas por San Vicente de la Sonsierra, Samaniego, Laguardia, Labastida, Elvillar, Abalos, Navaridas y Kripan.
La primera cosecha de Macán 2009 salió al mercado en la primavera de 2013 -fueron en total 90.000 botellas de Macán y Macán Clásico, que se agotaron en semanas-; durante estos tres años las cosechas se han elaborado en una bodega alquilada en Leza.
En la Sierra de Cantabria
La nueva bodega -situada a los pies de Sierra Cantabria y junto al valle del Ebro- ha sido construida en una parcela rectangular de cinco hectáreas en la que se ha levantado un complejo de edificios con más de 9.000 metros cuadrados construidos, detallan desde Vega Sicilia.
La bodega consta de tres naves principales (elaboración, envejecimiento y expedición), separadas para dotarlas a cada una de sus necesidades específicas, y gracias a la pendiente del terreno la gravedad impulsará el vino de una sección a otra.
Las dos naves principales ("Agua" y "Sol"), representan a Benjamin de Rothschild y Vega Sicilia, la primera orientada a Francia y la segunda hacia la ribera del Duero; la tercera nave ("tierra") "es el nexo de unión entre las dos familias y representa la tierra de la Rioja alavesa".
La nueva bodega cuenta en su nave de elaboración con 25 depósitos de acero inoxidable y 20 tinas de roble francés con capacidad de 10.000 litros cada uno y la nave de homogeneización y envejecimiento alberga 11 depósitos más de acero inoxidable, además de 800 barricas de envejecimiento.
"Dijimos que este iba a ser un vino para nuestros hijos, que con el paso de las generaciones tendría la categoría de mítico. Y después de las tres primeras cosechas y la excelente acogida del mercado no me cabe duda de que lo vamos a conseguir", valora Ariane de Rothschild en un comunicado.
"Buscábamos lo mejor y elegimos la zona de San Vicente de la Sonsierra y Samaniego", y "allí adquirimos 100 hectáreas de viñedo y 30 hectáreas de terreno para poder mantener permanentemente en producción las 100 hectáreas de cosecha", añade Pablo Álvarez.
La familia Benjamin de Rothschild es accionista de Château Lafite y propietaria de la Compagnie Vinicole Baron Edmond de Rothschild, que incluye Château Clarke y Château des Laurets, en la región de Burdeos, y tres bodegas más en Sudáfrica, Argentina y Nueva Zelanda.
Por su parte, la familia Álvarez es propietaria de Tempos Vega Sicilia, en la que están integradas las bodegas Vega Sicilia (Único, Valbuena y Reserva Especial) y Alión, ambas en la Ribera del Duero, Pintia -Toro- y Oremus -en la región de Tokaj en Hungría-.
