Vacaciones que te cambian la vida. Sonrisas en medio de la necesidad. Existen innumerables organizaciones que te brindan la oportunidad de hacer turismo desde otra perspectiva, la de la solidaridad. Gracias a ellas, los viajeros pueden recorrer países como Senegal, La India, Malawi o Kenia.
Los motivos pueden ser muchos, incluso para olvidar las propias dificultades. Hay ofertas para todos los viajeros, desde jóvenes con ganas de ayudar a familias que viajan con sus hijos.
Promover la educación, la sanidad o el desarrollo sostenible son algunas de las acciones que podrás hacer si optas por esta alternativa de viaje. Tendrás la oportunidad de crear tu propio itinerario, marcarte los tiempos y desarrollar una labor solidaria en zonas que requieren una ayuda inminente. De esta manera, conocerás, desde dentro, las tradiciones y costumbres del país y te convertirás, por unos días, en un auténtico ciudadano del mismo. Algunos de los que lo han probado han contado a Efetur que se trata de una experiencia única que cambia la vida. Lo más impactante, ver “las sonrisas de todos ellos a pesar de las dificultades que les asolan”, subraya Jorge Mowinckel, un voluntario que ha visitado Malawi.
Una de las ONG que promueven la colaboración ciudadana es Construye Mundo que, mediante su programa de “viajes solidarios”, fomenta el desarrollo a través de la formación. La delegada de esta organización en Andalucía, Pilar Ruiz, detalla a Efetur que su labor –que se desarrolla íntegramente en Senegal– se centra en la ayuda humanitaria mediante el apoyo a los “bancos de arroz, a las piscifactorías o a través de microcréditos para sus habitantes”, entre otras cosas.

Además, cuentan con un programa de turismo solidario cuyo principal objetivo es concienciar a la gente de las necesidades que hay en los países subdesarrollados. En este sentido, señala que el viaje –con un precio de 800 euros sin vuelos- brinda a sus participantes la oportunidad de conocer, de primera mano, la labor que están desarrollando en Senegal, visitando los poblados y conociendo de cerca las mejoras puestas en marcha. Todo esto se combina con la oportunidad de conocer el país en profundidad visitando los lugares y monumentos más atractivos.
Ruíz señala que, a finales de julio, parte un grupo con doce personas -en su mayoría mujeres involucradas en el proyecto- que, durante 10 días, vivirán una gran experiencia turística. El viaje se realiza con un guía en español que conoce la labor humanitaria que realizan para poder explicar todos los detalles. El turismo de desarrollo tiene “una gran acogida entre los ciudadanos” y, con la destrucción de empleo, son muchos los que han optado por dedicar su tiempo a esta labor ya que “les saca un poco de sus propias preocupaciones”, concluye.

Por su parte, la agencia de viajes solidarios Riki Tiki Tavi -especializada en vacaciones solidarias y viajes de turismo ético y social- organiza programas a medida según fechas, presupuesto, destinos, intereses , motivación y capacidades.
Su labor se desarrolla en Nepal, Etiopía, Uganda, India, Bolivia y Nueva York tal y como indica a Efetur la responsable de esta compañía, Nuria Moreno. En estos lugares desarrolla proyectos solidarios con niños y mujeres en orfanatos, casas de acogidas, escuelas para niños discapacitados o monasterios donde se imparten clases. Asimismo, permite que los voluntarios hagan turismo corriente gracias a los programas de excursiones y rutas por el país.
“La valoración de los viajeros es fantástica, con un nivel de satisfacción del 99 %”
Aunque trabajan durante todo el año, los meses de mayor actividad son “junio, julio, agosto y septiembre”. El perfil de las personas que opta por este formato vacacional es el de viajeros entre los 22 y los 38 años y en su mayoría mujeres (95 %). No obstante, disponen también de un voluntariado para familias con hijos a partir de 9 años que está teniendo una grana cogida.
Con unos 98 voluntarios anuales, la valoración de los viajeros es “fantástica” con un “nivel de satisfacción del 99 %”, subraya Moreno. Para la elección de los voluntarios se hace un “filtrado muy selectivo” y pone a disposición de los elegidos unos cursos de preparación para tener las nociones básicas antes de embarcarse en la aventura.
Como estas, hay otras muchas agencias que ponen a tu disposición atractivas alternativas de viaje con la solidaridad como eje de la aventura. Son muchos los jóvenes que ya lo han probado y que recuerdan la experiencia como “plenamente satisfactoria”.
Testimonio de voluntarios
Juan Carlos Prieto (Kenia)

Uno de esos jóvenes es Juan Carlos Prieto, voluntario en Kenia en el año 2013. Se embarcó en esta aventura –en solitario- a través de la ONG ELI Abroad. Durante 17 días colaboró de todas las maneras posibles ya que, como explica, “las necesidades eran tantas que cualquier cosa que hicieses tenía valor”. Durante su estancia en el país, tuvo la oportunidad de dar clase a niños, prepararles la comida, jugar con ellos y visitar a sus familias.
Comenta que decidió embarcarse en este viaje solidario “por inercia” ya que era un deseo que arrastraba desde hacía tiempo y “por fin se reunieron todas las condiciones para hacerlo”. Una de las cosas que más le llamó la atención de su viaje fue “la luz de esas sonrisas que conseguían disfrazar la más terrible miseria” lo que hizo que volviera “totalmente renovado” porque, como apunta, “sientes que has encontrado las piezas cuya ausencia te hacían incompleto”. “Conozco pocas sensaciones así”, puntualiza.
Además de poner su grano de arena en el desarrollo de la comunidad keniata, Juan Carlos pudo visitar la ciudad de Masai Mara aunque afirma que “el mejor turismo, entendido como el hecho de viajar por placer, no lo exprimes tanto en ningún sitio como en el propio voluntariado”.
Teresa Iñiguez (Calcuta, La India)

Esta voluntaria nos da su testimonio sobre su paso por Calcuta, donde estuvo con las Misioneras de la Caridad en el año 2007. Fue con su hermana durante un mes para “poder ayudar a gente necesitada” y, tal y como nos cuenta, fue una experiencia que le “ayudó enormemente”.
Escogió este país porque en España colabora con esta ONG que le habló de su labor en La India y de la precaria situación en la que viven sus ciudadanos. Una vez allí, acudía a la casa de enfermos y colaboraba “dónde más necesidad había en ese momento”, desde dar de comer a los enfermos, limpiarles, ayudarles a hacer ejercicios hasta lavar y recoger su ropa. “Me sorprendió mucho la cantidad de gente que sonreía a pesar de las dificultades”, añade.
Considera que su experiencia ha sido “muy grata” en un doble sentido: por un lado, porque “te da la oportunidad de ayudar a gente desfavorecida” y, por otro, porque te enseña a valorar las cosas que uno tiene, y a “darte cuenta de que muchas son innecesarias para ser feliz”.
Además, aprovechó su estancia en el país para visitar la ciudad de Benarés, así como el Triángulo de Oro, compuesto por Nueva Delhi, Agra y Jaipur. Tras esta experiencia, Teresa señala a Efetur que, sin duda, tiene pensado repetir la experiencia “en cuanto pueda tener un mes seguido de vacaciones”.
Jorge Mowinckel (Malawi)

Otro de los jóvenes que ha tenido una experiencia “única” fue Jorge Mowinckel que -en 2010- se fue en solitario a ayudar a los colectivos más podres de Malawi con la organización Malawi Volunteer Organisation (MVO). Escogió este país porque considera que “hay un gran halo de misterio en torno al continente africano” y quiso “experimentarlo en primera persona”. Además señala que es “un apasionado del fútbol” y en este proyecto se necesitaba un entrenador, así que no se lo pensó dos veces.
Aunque nos confiesa que el hecho de “no saber ubicar el país en el mapa con demasiada precisión” hizo que aumentasen sus ganas con respecto al proyecto.
Durante dos meses se dedicó a ayudar en un orfanato con niños de entre 1 y 6 años. Jugaba con ellos, les daba de comer, y les enseñaba nociones básicas de inglés. Además, nos cuenta que entrenaba al equipo de un poblazo de la zona de Monkey Bay y que, su estancia en Malawi, coincidió con la victoria de España en el Mundial “lo que ayudó a que no cuestionasen demasiado mis ejercicios y tácticas”, afirma.
Se trata de una experiencia que “te cambia la vida”. Desde entonces, “he tenido muy presente en mi vida profesional la realidad socio-económica, no sólo de Malawi, sino de África subsahariana en su conjunto, tratando de aportar mi granito de arena para que mejore”.
Como el resto de voluntarios, coincide en que, lo más impactante, es ver la “actitud positiva de la gente frente a las dificultades que les asolan, y su pasión por el deporte, uno de los pocos pasatiempos que pueden permitirse”.
“Se trata de una experiencia que te cambia la vida”
Por supuesto, aprovechó su viaje para conocer distintos lugares como el Lago Malawi “que según nos contaron es el lago africano que tiene mayor diversidad de especies de peces” y el Parque Nacional de Liwonde, donde fue de “safari fotográfico”.
“La experiencia fue impresionante”, tanto -nos dice- que de vuelta a España se involucró en un proyecto de educación basado en la pasión de los jóvenes por el deporte y ha vuelto a Malawi en 2011 y 2013. “El próximo mes de septiembre vuelvo de nuevo para analizar los resultados del proyecto”, nos dice ansioso.
Tú, como ellos, podrás tener una gran experiencia viajera, visitando países asombrosos, con inolvidables anécdotas que contar, mezclándote con sus gentes y conociendo de cerca sus formas de vida. Y, por encima de todo eso, tendrás la oportunidad de ayudar a los que te necesitan mientras vives una de las grandes aventuras de tu vida.
Si tú también tienes una experiencia solidaria que contar, escríbenos al correo electrónico: info@efetur.es y comparte con nosotros tus fotos y comentarios.