Tortillas de maíz en un restaurante de Los Ángeles. EFE/Iván Mejía.

Tortillas de maíz en un restaurante de Los Ángeles. EFE/Iván Mejía.

CONSEJOS

Vacaciones… sin gluten, por favor

Publicado por: CARMEN DE ÁGUEDA 22 de mayo de 2013

Improvisar unas vacaciones o pararse a comer allá donde aprieta el hambre no es tan sencillo para las personas con intolerancia al gluten. Sin embargo, una mayor concienciación y formación del personal hostelero ha ampliado las opciones vacacionales de aquellos que tienen algún tipo de restricción alimentaria.

Cuando alguien es diagnosticado como intolerante al gluten, debe mentalizarse para cambiar algunos hábitos de su alimentación. Adaptar la cocina de casa a las nuevas circunstancias alimentarias de un miembro de la familia lleva un tiempo. Sin embargo, para muchos, el problema llega cuando tienen que organizar las vacaciones y encontrar hoteles y restaurantes, a veces en países extranjeros, capaces de ofrecer un menú que no sólo evite aquellos ingredientes a los que se es alérgico, sino que permitan disfrutar de la gastronomía de la zona.

Organizaciones como la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), conocen estas necesidades y, por ello, elaboran listas en las que figuran aquellos establecimientos hoteleros que han recibido formación específica para la elaboración de sus menús sin gluten así como para la manipulación de los alimentos de manera que no se produzcan contaminaciones.

Emplear utensilios de cocina diferentes para los platos que no deben tener trazas de gluten o emplatar en una vajilla diferenciada para evitar confusiones son algunos de los consejos básicos que se dan a los restaurantes que quieren implementar en su carta propuestas aptas para celíacos.

¿Cómo organizo mis vacaciones?

La gerente de FACE, Marta Teruel, ha compartido con Efetur algunos consejos a la hora de organizar las vacaciones sin gluten. “No hace falta una anticipación especial, se puede hacer con la misma antelación que todo el mundo. Buscas el hotel que más te convenga, un vuelo, un itinerario, como todo el mundo”.

A todo esto, hay que añadir algunas precauciones adicionales. Por ejemplo, dentro de España, se puede consultar con las asociaciones de celíacos de cada región para que nos informen de los restaurantes que han recibido formación específica o con los que colaboran de forma activa.

No hay que confiarse si es un sitio en el que ya hemos estado: un cambio en la dirección o la gerencia puede suponer también una política diferente a la hora de ofrecer menús sin gluten.

Hay que tener preparada una nota en el idioma del país que vamos a visitar para informar en el restaurante de cualquier intolerancia alimentaria

Si se va a salir de España, Teruel aconseja descargar unas notas elaboradas por FACE en las que se indica, en el idioma del país correspondiente, que la persona que va a comer en el restaurante es celíaca. También se puede consultar con las asociaciones del país al que viajamos -“en Europa hay asociaciones en casi todos los países”- para que nos recomienden dónde comer o qué alimentos comprar.

Para acabar, “siempre conviene llevar pan o galletas, algo que nos guste, porque, aunque vayamos a un hotel sin gluten, pueden quedarse sin aquello a lo que estamos acostumbrados”, apunta la responsable de FACE.

Pese a que elaborar un menú sin gluten en casa sí sale más caro -el pan o la pasta aptos para celíacos tienen precios por encima de la media-, comer en un restaurante que prepare menús sin gluten “no supone un aumento de precio desorbitado, al contrario, el precio tiende a mantenerse”.

Una pequeña ayuda

Buscar el viaje a la medida de nuestras necesidades es todavía más fácil con la ayuda de agencias como Destinos sin Gluten. Carmen Santiago es la directora de esta agencia que fundó ella misma después de que diagnosticaran a su hijo intolerancia al gluten.

Vacaciones a la carta, especiales para celíacos. DESTINOS SIN GLUTEN.
Vacaciones a la carta, especiales para celíacos. DESTINOS SIN GLUTEN.

“Cuando estás en casa controlas el problema, pero cuando sales, no tienes la garantía de qué vas a poder comer. Un adulto se puede adaptar, pero a un niño no le puedes decir que sólo puede comer verduras y cosas a la plancha”, comenta Santiago a Efetur.

Así surgió la idea de crear una agencia de viajes para ayudar a los celíacos a diseñar sus vacaciones a la medida de sus necesidades.

Lunas de miel, estancias para aprender idiomas o itinerarios para mochileros: cualquier tipo de viaje es posible

Desde familias que quieren que su hijo, celíaco, vaya al Reino Unido para aprender inglés -se les busca alojamiento con familias que tengan algún miembro con intolerancia al gluten-, hasta parejas en su luna de miel. El público que solicita los servicios de esta agencia es diverso.

En Destinos sin Gluten se atreven incluso con destinos para personas que sufren varias alergias o restricciones alimentarias como celíacos que además son diabéticos o alérgicos al huevo y a los lácteos.

Cupcake apto para celíacos. DESTINOS SIN GLUTEN.
Cupcake apto para celíacos. DESTINOS SIN GLUTEN.

“Hay que quitarse ese miedo gratuito que solemos tener, sobre todo si es el hijo el que es celíaco, y atrevernos a salir, por que sí se puede”, afirma Santiago, que propone viajar “sin llevar comida, sin tener que preocuparse de nada” con los itinerarios creados por su agencia.

Desde restaurantes en Disneyland con menús sin gluten para los peques de la casa hasta itinerarios para mochileros -porque alojarse en hoteles preocupados por la alimentación de los celíacos no sale más caro-, todo tipo de opciones son posibles si se busca lo suficiente.

Secciones : Turismo Viajero