Una clienta hace la compra por Internet. Foto cedida por Eroski. USO EDITORIAL

Una clienta hace la compra por Internet. Efeagro/Eroski

CONSUMO ALIMENTACIÓN

Chuches, bollos y snacks: los que más tienen que perder con la venta “online”

Publicado por: Oscar Tomasi/EFEAGRO 5 de marzo de 2018

El comercio de alimentos por Internet en España evoluciona al alza, pero sigue sin suponer un peso relevante en una carrera a medio-largo plazo que amenaza con dejar “marginados” a algunos productos y categorías poco habituales en las cestas de la compra “online”.

Las golosinas, los pasteles y bollos industriales, los chocolates, los helados y el hielo, así como las patatas fritas y los aperitivos son los grandes olvidados del comprador “online”, según se desprende del informe de 2017 sobre ventas de gran consumo elaborado por la consultora Nielsen.

A ello se suman los frescos, aunque en su caso por un motivo diferente: “Al consumidor español le gusta tocar y oler antes de comprar”, explica el responsable de Nuevos Negocios de Nielsen, Alfonso Delgado; y esta reticencia no es una cuestión menor, ya que este tipo de productos representa entre un 40 y un 45 % de la compra total de alimentos.

El pescado fresco, de hecho, brilla por su ausencia en la mayoría de pedidos por Internet, junto con la carne de cordero, la fruta de temporada, los plátanos y las verduras de IV gama -limpias, troceadas y envasadas-; situación similar sufren embutidos y quesos.

Entre las referencias no alimentarias tampoco triunfan por Internet los artículos de maquillaje y cosmética, los productos navideños y las cremas de protección solar.

Ideal para la compra “de carga”

¿Y cuáles son las categorías que mayor éxito comercial registran a través de la red? Los “productos de carga” se llevan la palma: comida para mascotas, leche, aceite y agua lideran una lista en la que también figuran cereales para desayunar, pasta, conservas vegetales y café.

En el capítulo de frescos, el cliente muestra menos recelos para comprar pollo y pavo, hamburguesas, jamón ibérico, frutas y verduras “de rutina” (como naranjas, manzanas o patatas) y aguacate.

Según las cifras que maneja Nielsen, la venta por web representa apenas el 0,9 % de todo el mercado de gran consumo en España, lo que equivale a 551 millones de euros, una cifra todavía poco relevante, pero que ha crecido a dos dígitos (+17 %) respecto al año anterior.

Dos empleados de DIA gestionan un pedido recibido por Internet. EFEAGRO/Cedida por la compañía

El 80 % de este gasto se destina a productos envasados (446 millones), frente al 12,5 % de los frescos (69 millones) y el 7,5 % de la droguería (36 millones), aunque estas dos últimas categorías crecen con mayor fuerza que la primera.

El sector de la distribución parece convencido de que el canal “online” es una apuesta de futuro y no deja de invertir en mejorar su servicio -prácticamente obligado por el empuje de Amazon y su entrada en el negocio alimentario-, pese a que fuentes del sector apuntan a que en la mayoría de los casos provocan pérdidas.

El reto de la rentabilidad

De hecho, todas las miradas se dirigen a Mercadona, que se prepara para lanzar a corto plazo una nueva web.

Las ventas por Internet de alimentación todavía no son rentables para muchos operadores“, señalaba en un informe reciente la agencia de calificación Moody’s.

El estudio de Nielsen revela que el 85 % de los clientes por Internet quieren recibir su compra en casa, en contraste con otros países europeos como Francia, donde hacer el pedido “online” y recogerlo en tienda -incluso sin llegar a salir del coche- tiene mayor predicamento.

Entre las razones que aducen los consumidores españoles para no comprar productos de gran consumo vía “online” destaca su negativa a pagar un coste extra por el servicio de envío, argumento en el que coincide el 47 % de los encuestados por la consultora.

No poder ver el producto (38 %), las dudas sobre la calidad (28 %) o perder la posibilidad de comparar precios y ver promociones en la tienda (21 %) son otros factores que frenan el desarrollo del canal.