Las cajetillas de cigarrillos y los envases de picadura de tabaco para liar incorporan a partir de hoy un código identificador con su “ADN”, una novedad que supone un reto tecnológico de envergadura para el sector y que aspira a ser un arma más contra el contrabando.
Los operadores de la cadena alimentaria se comprometen a asumir prácticas leales en relación a la negociación comercial, los contratos, el impulso de la mediación para resolver discrepancias y la innovación. Anged y ACES creen que el Código necesita de un análisis de impacto.
El Pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria ha respaldado la puesta en marcha del Código de Buenas Prácticas Mercantiles -que se firmará en breve-, con el voto favorable de la mayoría de sus integrantes, la abstención de ACES, Anged y el Consejo de Consumidores; y en contra de UGT y CCOO.
La CNMC dice que, en la práctica, se menoscaba el carácter voluntario de la vinculación al código.
El Ejecutivo “no descansará hasta que seamos capaces de cerrar” el código de buenas prácticas mercantiles para la contratación agroalimentaria y, si no se consigue, “dejaremos claro” por qué no se culmina y “quien no quiere llegar al acuerdo”.
