Las flores de pascua o poinsettias comienzan este fin de semana su gran viaje desde los invernaderos del mediterráneo hasta las floristerías y supermercados en una campaña que comenzó con fuerza tras el día de Todos los Santos y que ahora se intensifica para cubrir la demanda de cara a la Navidad.
El sector de la planta ornamental de Almería está muy pendiente de qué ocurre en los próximos meses con la producción en los Países Bajos, donde la crisis energética parece que se va a traducir en un importante recorte de la actividad de sus invernaderos con calefacción para la próxima campaña.
Tras dos campañas de bajos precios, el campo español ha decidido dedicar menos hectáreas a la sandía y el melón, lo que ha recortado la oferta y ha encarecido su precio, también al alza por el aumento de los costes de los insumos, en un año en el que por ahora hay buena demanda de esta fruta.
España es la “huerta de Europa”, pero las altas cifras de producción nacional y de entrada de producto ponen de nuevo en peligro la rentabilidad y el futuro del sector, que demanda ayudas y que se frenen las crecientes importaciones desde Marruecos.
La venta de poinsettias o flores de Pascua es, a día de hoy, similar a la de años anteriores, en gran medida porque el consumidor ha avanzado la compra de los artículos de Navidad en previsión o por miedo a nuevas restricciones o, incluso, a otro cierre de comercios.
La entrada de tomate marroquí, el solapamiento de producciones por las altas temperaturas o los precios de la distribución han marcado el inicio de la campaña de hortalizas, que ha registrado bajos precios y que se enfrenta al reto de mejorar su rentabilidad y competitividad.
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA en Almería y las comercializadoras hortofrutícolas Ecohal y Coexphal se manifestarán el próximo 19 de noviembre en esta ciudad para protestar por la grave crisis que sufre un sector que da empleo a más de 100.000 personas en la provincia.
Almería tiene capacidad para la superficie ecológica en invernadero. También cuenta con las condiciones necesarias. La apuesta por el control biológico hace ya más de diez años facilita la conversión. Además, la demanda en Europa se inclina por las hortalizas bio.
La campaña de sandía y melón 2017 ha comenzado con precios “por debajo de coste” en Almería, la primera zona productora, y con unas previsiones nacionales de una ligera subida de producción, sobre todo del primero de estos cultivos, que aumenta en hectáreas y rendimientos, mientras baja el segundo.
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, aprovechó ayer unas jornadas técnicas para pedir a los productores, comercializadores y exportadores de hortalizas de invernadero que apuesten por las organizaciones de productores (OP) para ser ganar competitividad en Europa.
