El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) prepara un real decreto sobre denominaciones comerciales en las conservas de pescado y de marisco, para que el consumidor tenga una información más exacta y “no se lleve a engaño” cuando compre una lata.
El director general de Ordenación Pesquera y Acuícola del Ministerio, Ignacio Gandarias, ha anunciado esta normativa durante la jornada telemática “Las conservas de pescado del futuro”, organizada por El Grupo de Innovación Sostenible (GIS), la patronal conservera Anfaco-Cecopesca) y el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema).
El objetivo del real decreto es “adecuar” mejor las denominaciones comerciales a la información que se ofrece en la venta al público y que cuando el consumidor compre una lata, al mirar los nombres del producto, “no se lleve a engaño sobre su contenido”, según Gandarias.
En el encuentro, representantes de la Administración y de la producción y comercialización de conservas han analizado los principales retos de esta industria, después de la pandemia.
Gandarias y el secretario general de Anfaco-Cecopesca, Juan Vieites, han destacado, entre los desafíos, los aranceles de la Unión Europea (UE) a las importaciones de países con los que mantiene acuerdos comerciales, especialmente los asiáticos, y la revisión de los cupos de materia prima de pescado que entran en territorio comunitario para abastecer a la industria.
En ese sentido, Gobierno e industria mantienen como “líneas rojas” la defensa de los fabricantes españoles y europeos, el empleo y la exigencia de que haya “normas comunes para todos”.

Vieites ha recalcado la importancia de que en el comercio y a la hora de determinar el acceso de los productos a la UE, prime la “igualdad en las reglas del juego”, para evitar la competencia desleal de países que tienen otros estándares e incumplen las normas pesqueras.
En ese sentido, el responsable de Anfaco-Cecopesca ha criticado que la UE mantenga un trato comercial preferente para productos de países asiáticos a los que ha aplicado “tarjetas amarillas” por indicios de pesca ilegal.
El sector de las conservas pesqueras genera más de 20.000 empleos directos, con un alto porcentaje de mujeres, según datos del Ministerio.
España es el primer productor de conservas de pescado de la UE y figura entre los cinco primeros puestos mundiales (el segundo en el caso de las latas de atún).
Además, su consumo está en alza y durante el estado de alarma ha crecido como consecuencia de los cambios de hábitos de compra de los consumidores, de acuerdo con los datos presentados por el director de Clientes de la consultora Kantar WorldPanel, Alberto Villar.
Por ejemplo, el confinamiento ha favorecido el “relevo generacional”, ya que en los segmentos de población más jóvenes (hasta 49 años) se ha incrementado el número de nuevos compradores de productos como mejillones o sardinas en lata.
Además, el estilo de vida actual impulsa la venta de conservas, que también se ha visto beneficiada por el aumento de ocasiones de consumo en casa durante el confinamiento, relacionadas con aperitivos e incluso con videoconferencias entre familiares y amigos.