La venta de bebidas espirituosas crecerá un 2,5 % en verano (junio a septiembre) respecto a la campaña anterior debido al calor y a la mayor confianza del consumidor, según ha estimado el director ejecutivo de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), Bosco Torremocha.
En opinión de Torremocha, "los meses de junio, julio y agosto son muy importantes en el consumo de bebidas alcohólicas por razones obvias:los días se alargan y los españoles consumimos más en bares, restaurantes y chiringuitos de playa y costa".
Además, "contamos con la mejor hostelería en pueblos, ciudades y costa, que saben preparar muy bien los cócteles", ha detallado.
FEBE pronostica una mayor subida de consumo en el resto de las categorías de bebidas y más en la ginebra, único producto que ha tenido un buen comportamiento durante la crisis (+ 7%) por el efecto 'gintonic'.
La federación también aprecia un alza en las categorías de bebidas "premium", y estima que este verano tenga un aumento de más del 2,5 %.
"Esto significa -explica Torremocha-, que el consumidor es más exigente y aunque consuma menos veces, cuando lo hace prefiere tomar productos de calidad, y un mayor premio".
Ha destacado que por primera vez desde que se inició la crisis, el sector ha crecido en ventas durante el primer trimestre de este año (enero-marzo), "el primero después de 60 trimestres en negativo".
El sector de bebidas espirituosas arrastra un reducción de las ventas del 40 % desde que en 2007 empezara la crisis económica.
Esta menor demanda se notó especialmente en el whisky y el ron, mientras que la ginebra, el tequila y el brandy aguantaron más la crisis y "mantuvieron sus ventas", asegura.
En su opinión, en los primeros seis meses de este año, el consumo de bebidas espirituosas ha sido plano, "sin crecimientos ni retrocesos debido a que las ventas en hostelería subieron dos puntos pero bajaron en la distribución".
Bosco Torremocha ha recordado que el sector ingresó 7.000 millones de euros en 2014, un 10 % menos en volumen y en valor que un año antes.
"Esperamos que al final de 2015, la industria cierre en positivo y que el mejor comportamiento demostrado en el primer trimestre y durante este verano continúe hasta final de año", comenta el director de FEBE .
Para ello "se hace necesario que permanezca la mejora de la economía, la confianza del consumidor y la afluencia de los turistas", detalla.
La recaudación por impuestos especiales de esta industria se sitúa en torno a los 1.500 millones de euros; emplea a 300.000 personas de forma directa e indirecta y produce 200 millones de litros de bebidas al año.
En cuanto a las exportaciones, Torremocha recuerda que "este sector fue el primero del sector agroalimentario que vendió sus productos fuera de España".
Hoy exportamos ya un 18% de la producción a otros países de Asia, África, Europa, América y Oceanía.
"Tenemos que estar satisfechos porque tenemos una balanza positiva: importamos la misma cantidad de bebidas espirituosas que exportamos", concluye.