El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha apostado por que los fondos de la Política Agrícola Común (PAC) y los Next Generation se complementen para impulsar la innovación del sector agroalimentario español en un contexto centrado en superar la pandemia de la covid-19.
Durante su conversación con la directora de Efeagro, Laura Cristóbal, en el octavo foro que organizan EFE y la consultora KPMG sobre los fondos europeos, que se ha celebrado en el Instituto Cervantes, en Madrid, el ministro ha indicado que a la PAC le “hacía falta un complemento” de ayudas para innovación y eso lo aportan los fondos Next Generation EU.
Será especialmente relevante en ese cometido la parte del plan europeo de recuperación de la crisis que pilota el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) con 1.051 millones de euros.
En ese paquete de medidas para la transformación del sector tendrá también relevancia el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) dedicado al sector agroalimentario que se aprobará a finales de 2021 o principios de 2022, según ha explicado el ministro, quien ha recordado que depende principalmente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Es un Perte que será un “complemento necesario” para la industria agroalimentaria en relación con “todo lo referente al sector primario per se” y que abre “muy buenas oportunidades” para el sector.
Ha incidido en la importancia de que se presenten proyectos supraautonómicos en los que “tenga presencia más de un actor” de la cadena alimentaria.
Lo ve así porque, a diferencia de otros sectores industriales operados por “grandes grupos”, el “95 % de la industria agroalimentaria son pymes”.
En su intervención no ha olvidado la importancia de conseguir la sostenibilidad de la cadena en ámbitos como el medioambiental y el económico.
Oportunidades para toda la cadena
En ese punto, ha reparado en el papel de la Ley de la Cadena para buscar la rentabilidad económica desde el producto al distribuidor y ha avanzado que la aprobación definitiva de su última reforma, para adaptarla a las directiva comunitaria, se producirá previsiblemente el 2 de diciembre en el Congreso.
La idea es que el Boletín Oficial del Estado (BOE) la publique antes de final de año y supondrá un “cambio muy importante en las reglas de juego”.
Lo ve como una “gran oportunidad” para que “no sólo se reequilibre el funcionamiento de la cadena sino para que todos los eslabones participen en la creación de valor” a lo largo de la misma.
Según Planas, el Gobierno está “plenamente comprometido” en su aplicación y ha recordado que esa reforma es “una gran novedad” solicitada por el sector.
Por todo ello, cree que “hay futuro” para el campo aunque admite que hay sectores, como el lácteo, con una “situación estructural de debilidad” a los que “hay que ayudar” con “trabajo, diálogo y búsqueda de soluciones”.
En ese sentido, ha avanzado que se reunirá el próximo lunes con toda la cadena agroalimentaria para abordar la crisis de rentabilidad que les afecta tras la carestía de la mayoría de los insumos.
El ministro ha recordado la importancia económica del sector primario y de su industria asociada, demostrado en hechos como haber sido el único sector que incrementó sus exportaciones durante los meses más duros de la pandemia.
“La pandemia nos ha servido par redescubrir al sector agroalimentario y la importancia que tiene para España porque ha sido central en la resistencia y será central en la recuperación” tras la covid-19.

Innovación en el centro
En esa misma línea, el presidente de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y del Grupo Pascual, Tomás Pascual, ha asegurado en una mesa redonda que el sector es “central y estratégico para la recuperación”.
Ha hablado además de sostenibilidad porque la ve esencial para asegurar la viabilidad del sistema así como la necesidad de “mantener el origen de los productos que nos ayudan a crear valor”.
El presidente de Pascual ha señalado que la transformación debe hacer “con o sin los fondos”, y ha destacado que los Perte “son muy amplios y permiten actuar en todos los niveles”, y una “palanca” fundamental de estos proyectos es la gestión de residuos y emisiones.
También ha participado el director general de Campofrío, Javier Dueñas, quien ha defendido la importancia que el Perte puede tener para potenciar proyectos de trazabilidad y seguridad alimentaria.
En ese sentido, ha destacado la importancia del “blockchain” porque “ayudará a conectar las exigencias del consumidor” con “toda” la cadena de valor.
Campofrío, ha dicho, “quiere hacer de empresa tractora” en el proceso que se abre con el Perte, “así como convertirse en una empresa protagonista” en los proyectos sobre “blockchain”, trazabilidad, sostenibilidad, bienestar animal o desperdicio alimentario.
La consejera delegada de la compañía Prosol, Rocío Hervella, ha reivindicado que las necesidades de las empresas medianas en el sector agroalimentario merecen ser atendidas, teniendo en cuenta que son generadoras de empleo en la España rural.
Respecto a la transformación del sector, Hervella ha asegurado que se necesita más competitividad y productividad para mantener el empleo, y ha abogado por la digitalización de la cadena de valor.
En el sector del café, donde Prosol es una de las empresas transformadoras, ha destacado que están trabajando en la eficiencia de la cadena de suministros y en la transformación del negocio, con inversiones en nuevas formas de gestión, tratamiento de datos y planificación de la demanda.
Por su parte, el socio responsable de Consumo y Distribución de KPMG en España, Enrique Porta, ha hecho un llamamiento a integrar los procesos de innovación en el sector agroalimentario involucrando a toda la capa productiva y llegar así cada vez más al consumidor con el fin de venderle sus productos.
En ese sentido, Porta ha llamado a integrar los procesos de innovación en todas las fases de la producción y superar la distancia que pueda haber entre las grandes empresas y las pequeñas y medianas que forman parte del sector.
Asimismo, ha destacado la importancia de atraer el talento joven con competencias digitales a la industria alimentaria para hacer más sostenible este sector estratégico.
En la introducción del foro han participado el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; la presidenta de la Agencia EFE, Gabriela Cañas; y la socia responsable de Fondos Europeos de KPMG en España, Noelle Cajigas.